Marìa Teresa Cabrera
Desde muy pequeña, Cabrera supo que su futuro estaría ligado a la educación, y tras 36 años de experiencia en las aulas, sigue convencida de que ser maestra es lo mejor que le ha pasado. Tuvo que luchar contra la sobreprotección de su padre, que por mucho tiempo frenó sus aspiraciones de estudiar, pero tuvo que romper las barreras que tenía como mujer en esa época. Con 18 hermanos, y orgullosamente campesina, Cabrera señala que su pasión por educar se acrecentó al obtener su primer trabajo, en la comunidad de Sabaneta, donde a la vez reconoció su espíritu de lucha por las causas sociales, especialmente aquellas enfocadas en mejorar la vida del docente. Aunque contenta con su trayectoria, especialmente por su labor frente a la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), considera que el país está ante un panorama desafiante a nivel magisterial.