Ámbar Justo Fernández

Ámbar Justo Fernández es una comunicadora social y oradora que confiesa que el día que nació su hija, ella también lo hizo. “La maternidad para mí ha significado un mundo. Ha representado cambios profundos en mi manera de ser, pensar, actuar y expresarme. Significa magia, porque he hecho vida y la he traído al mundo sola; significa sacrificio, alegría, orgullo y sobre todo ha significado la llave maestra a toda puerta que esconda en su interior algún prejuicio”, expresó. Siendo madre soltera, con apenas 24 años, explica para caminar por las calles con la frente en alto y con su hija en brazos me costó mucho: “Me costó lograr nadar en lagunas profundas de mi vida, me costó tomar definitivamente las riendas de mi vida, empoderarme de mi situación y entender que no hay nada que temer si haces las cosas con amor y dedicación”, actitudes, que sin dudas son dignas de admirar. Confiesa que su desafío más grande fue tener que romper los paradigmas que conlleva crecer en un núcleo familiar muy tradicional: “Viví en carne viva la desilusión, el reproche, las decisiones forzosas y la inestabilidad prácticamente en todo mi periodo gestacional. Decidida a traer mi hija al mundo y en medio de un parto precipitado, aquel 2 de noviembre veo lo que mis ojos daban por muy lejano, 6 libras y 10 onzas de pura magia y perfección. Fue allí cuando todo cobró sentido, y desde entonces mi corazón late de una manera diferente”, puntualizó.