Las reformas parciales constitucionales en Nicaragua requieren ser
aprobadas en dos legislaturas y con al menos el 60 % de los 92 diputados
que integran la Asamblea Nacional, es decir con 56 votos.
La propuesta, que cambia 39 artículos y deroga otros ocho de la Carta
Magna, presentada hace una semana por el oficialista Frente Sandinista
de Liberación Nacional (FSLN), eliminaría la prohibición de reelección
del presidente y daría más poderes al gobernante y a los militares.