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Cronicas

30/07/2021@19:09:26

Ay Dios mío eto no e ‘justo, un hombre con tanto gusto, no puede morir así “. La leyenda de Mandé.

El consagrado artista Leonel Lirio hace un texto sobre los Oscares, en un texto sin desperdicios de la 93 edición de los Óscar celebrada en una sede poco habitual en la historia de estos premios, la estación Union Station de Los Ángeles.

Con los años he aprendido que un vestido no determina la elegancia en una mujer, sino la forma, la manera y la disposición que ella asuma al llevarlo en la ocasión que sea.

A través del tiempo permanecen en las páginas de la elegancia, figuras imperecederas cuya gracia y distinción ha sido el punto focal de su trayectoria; personalidades convertidas en íconos inolvidables de generación en generación.

El privilegio de nacer con una voz única y auténtica va mucho más allá del profundo sonido que producen las olas cuando chocan contra el arrecife, más que la intensidad que se siente cuando acercamos el oído a un caracol, de esos que guardan con celo los secretos más profundos de nuestro mar Caribe.

Dicen que detrás de un buen espectáculo hay siempre un gran equipo y eso convierte el decálogo de fondo y forma en una simbiosis que, definitivamente, será fundamental para toda puesta en escena.

Introducción por Rosa Rodríguez

El reconocido Leonel Lirio, admirado artista de la moda dominicana, compartió en exclusiva para Diario Hispaniola, una crónica especial sobre la edición 2020 de Dominicana Moda. Con gran entusiasmo detalló las presentaciones de los diferentes diseñadores de moda que expusieron sus colecciones en un formato novedoso y conforme a los requerimientos que ha traído consigo el covid-19.

Piezas diseñadas por Isalina Sánchez.

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En la moda, como en las artes, en sentido general, no existen relevos, sino nuevas opciones que reinterpretan los gustos de la generación que les toca vivir. Digo esto partiendo del hecho de que todo está hecho. La innovación llega por las nuevas texturas y las visiones particulares que tiene cada creador.

Desde los años setenta, su presencia se hacía sentir en la televisión nacional y en la crónica social, brillando con luz propia y con un estilo inconfundible, tanto para pronunciar las palabras, como para crear fantasías fabuladas, en su mundo rosa, tan autentico como para un niño lo es la carroza de la Cenicienta o sus mágicos zapatos de cristal.

Corría el 1953 cuando sus expresivos ojos azules vieron la luz por primera vez en el apartado paraíso bananero, ubicado en la línea noroeste, conocido como la Grenada Company, una empresa internacional que, para entonces, regenteaba los cultivos de guineos para importación, en su variedad de verdes y maduros, complaciendo los designios del Jefe Supremo, Rafael Leónidas Trujillo y su régimen opresor, quien, a su divina voluntad, movía el poder en la isla, que era como su feudo.

Tanto en la flora como en la fauna, los poetas, los escritores, los pintores, los fotógrafos y por supuesto los diseñadores, encuentran inspiración y más de un motivo para crear. Tal vez desde un punto de vista más de forma, de su provocativa belleza o de lo que emocionalmente podría resultar el involucrarse visualmente con una especie botánica como tal, sin caer en los aspectos de sus orígenes científicos sino más bien viendo como resultado una interpretación más visual que profundamente científica.

Tiene como novedad la técnica de las la fuerza de su mensaje social sobre la obesidad y la formidable e imitable plataforma de promoción, pero sigue latente la necesidad de curar a fondo el guión,