La mayoría de los alimentos que se consumen en las mañanas están llenos de "calorías vacías", que no satisfacen y ofrecen poco a la nutrición. Sin embargo, nadie se lo cuestiona porque "muchos de nosotros fuimos criados con anuncios de televisión que nos hicieron creer que esos alimentos son los más importantes para el desayuno", asevera el británico.