Los precios del WTI han caído más de un 70% en lo que va de año y se sitúa muy lejos de los 60 dólares que llegaron a marcar en enero, lo que ha provocado el cierre de varios pozos y plataformas y que varias productoras se hayan declarado en bancarrota, una situación que podría extenderse a otras empresas de continuar los precios en los mismos niveles que están ahora.