Santo Domingo.- Para este 15 aniversario, los organizadores diseñaron una propuesta con desfiles digitales, que tal como explica el experto en alta costura, pusieron en alto el talento, las destrezas y el ingenio de los diseñadores participantes en el evento más grande de la moda dominicana
A continuación, compartimos –de manera íntegra- la crónica escrita por el también conocido como “el diseñador de las reinas”, Leonel Lirio.
Con el paso de los años, nos hacemos intolerables a muchos alimentos, a situaciones, a riesgos, pero nunca perdemos la oportunidad de creernos invulnerables a los cambios y a creer que podemos triunfar, donde otros fracasaron.
Así encontró el covid-19 a un mundo poblado, pero para nada preparado a asumir los riesgos de un cambio, que no admite permuta alguna, ¡Te cuidas o te pierdes! Y como si fuese un mal sueño, en nuestro país, justo en los primeros días, le tocó a la moda, la pérdida de una de sus hijas favoritas: Jenny Polanco.
Nuestra querida Jenny, quien afectada por la pandemia nos dejó en pleno apogeo, llena de sueños -como siempre vivió durante 40 años de carrera contra la corriente-, en un país que le dio la inspiración a través de la esencia de sus raíces y le permitió colocarse por siempre en el justo trayecto del sol, al mismo que un día, le cantó el poeta nacional, junto a dones y atabales. Ella Voló a la eternidad, cambiando obligatoriamente para todos, el panorama de la moda.
El máximo evento de la moda nacional: Dominicana Moda, se preparaba para celebrar sus 15 años de trayectoria, de ser cantera de talento, pasarela de sueños, encuentro entre telas y tijeras, para fomentar tendencias y establecer estilos.
El mundo cambió, nosotros también y será difícil, que volvamos a ser iguales. Ante esta eventualidad, se puso en duda la celebración física de estos memorables días de pasarelas, desfiles, invitados extranjeros y toda la parafernalia característica del evento.
Los meses, las semanas y los días, se convirtieron en interminables cuotas de pérdidas materiales y la esperanza parecía volar con alas tan altas e inalcanzables, aún para los más audaces.
Así fue como la cotidianidad nos trajo un nuevo orden, asumiendo de manera virtual, un nuevo estilo para comunicar, que ha ido especializándose con los días, dando como resultado, una integración de comunicación, que ya es como parte nuestra.
La TV encontró estratégicamente este nuevo nicho y todos nos hemos visto obligados a ser adeptos de las nuevas tendencias digitales, para no quedarnos fuera, porque el círculo se ha extendido mucho más de lo previsto.
Mientras la ciencia, en el mundo trabaja afanosamente en la búsqueda de una vacuna, todos nos hemos reinventado siguiendo las instrucciones, de nuestra vida, que es nuestro templo de mayor cuidado.
Siguiendo esta visión, Sócrates McKinney, Milka Morales y Fidel López -ante la falta de apoyo oficial-, se vieron en la necesidad de replantear el evento y en una ceremonia virtual, pregrabada y sencilla, ofertaron a través de sus redes sociales, dos horas de moda, con un contenido de calidad.
El evento contó con la participación especial de las “new faces” o nuevos rostros, que buscan su espacio y comprometen su talento ante sus aspiraciones de alcanzar mayor notoriedad en el sector.
El rostro un tanto triste de Karina Larrauri, tocada junto a su familia por El Covid-19 y posando para el afiche promocional con la simbólica marca de la mascarilla, se convirtió en la imagen del evento. Sin embargo, al transcurrir la muestra de los desfiles, el resultado culminó con la agradable sorpresa de una magnífica selección de emergentes y los ya reconocidos y consagrados, que se unieron al grupo, lograron ofertar una agradable, espléndida y sencilla jornada de una noche en DM2020.
A las 7 de la noche, en la página oficial de DM20, las nuevas caras de Las mellizas NG, unas mellizas dominico-chinas nacidas en San Francisco de Macorís y criadas en New York, hicieron de su referente racial parte intrínseca de su ADN, con una colección bastante interesante que contenía una carga referencial del Versace de los años 90, pero con un concepto original y propio, innegablemente creado por ellas. De manera avasallante y dispuestas a llevarse la palma, presentaron su exquisita muestra: IDENTIDAD DIVIDIDA, ropa bien cortada, bien terminada e ingeniosamente montada.
Isalina Sánchez, con su muestra denominada VAGO MAGIMENDU, oferta opciones vanguardistas con visible presencia del pop art, tanto en el fondo como en la forma, en materiales como el látex, plástico y la integración de elementos gráficos, que nos gustaría seguir su trayecto y verla otra vez.
De igual manera, MILÉE Collection encontró su inspiración en la naturaleza, con materiales del día por día, dejando por sentado, lo que le gustaría mostrar con su evolución.
Por igual impresión nos dejó Yenny Vásquez con su colección FALL A usando materiales innovadores y las ventajas de audacia que nos ofrece la ausencia del miedo a equivocarnos, propio de cuando nos iniciamos en la moda.
Todos los diseñadores que se presentaron -y de eso están las muestra en las redes-, cuidaron al detalle su vídeo, la producción, música e iluminación meticulosamente; por igual con estilismos propios o personalizados, lo cual habla muy bien de sus futuras carreras.
KARLA DIPUGLIA con su UNO, no fue la excepción. Mostró personalidad en su oficio y creaciones modernas y conceptualmente bien logradas. Mientras que la ternura, corrió a manos de la firma DYSIKIDSS, con la magia encantadora DEL BOSQUE, poblado de niños hermosamente vestidos.
La oferta siguió hacia los más veteranos y la firma District 79, con su creativo Manelick Ortega, nos ofreció LA JOYA LA BELLA, una visión estructural del pasado, en líneas contemporáneas, inspiradas en el closet de su madre pero evolucionadas ante un innegable Siglo 21 y en la que demuestras los conocimientos adquiridos en su proceso de estudios y en su innegable querer ser, cada vez mejor. Punto aparte a sus cinturones y complementos, me parecieron magníficos.
Las horas avanzaron y así recibimos a un ya maduro, Rafael Rivero, con su CRUSIER 20, una mezcla entre lo orgánico y un jardín donde toda mujer se posa, como mariposa majestuosa. Si algo distingue este diseñador, es que no para de crear, siempre está en búsqueda de una nueva musa para vestirla con su incesante inspiración y su juvenil entusiasmo; contrastante con su personalidad. Sus siluetas fluidas, buenas texturas y cortes sutiles, marcan la pauta, de la mujer que gusta visualizar en sus vestidos. Muy interesantes los collages entre texturas superpuestas y los escotes traseros de alguna de sus piezas me parecieron ¡Exquisitamente dispuestos!
GIANNINA AZAR, la popular maestra, es otra creadora que no se detiene ante nada. Mientras otros quitamos, ella tiene más y más opciones, como si producir colecciones fuera su único motivo para resistir y se le da muy bien todo cuanto crea, primero por su sentido creativo y luego por su capacidad para producir y la aceptación de su marca ante el alto reconocimiento que la sustenta.
Para esta ocasión nos oferta vestidos envueltos en la magia dual de los espejos, columnas cargadas de fantasías, de oro y plata en la opulencia del universo Azar –que llama poderosamente la atención- y su impecable técnica cargada de color, dejando por sentado QUE MÁS ES MAS y ella no lo duda.
El plato fuerte de la noche, sin dudas era el regreso, sin la presencia física de la creadora, de la firma JENNY POLANCO, que como homenaje póstumo, el nuevo equipo creativo llamó JAEZ 20, nombre original de la primera tienda que, en el 1978, dio inicio a su carrera en la moda.
Así Solange Jiménez, Carolina Socías y Kaori Sone, los hijos de Jenny Polanco: Carla y Luis Carlos Quiñones, asumieron el reto de sacar adelante la reconocida casa de modas y dispusieron de la línea esencial que ella creó en sus inicios, sus elementos distintivos (ámbar, larimar, resina, lino, viole, organzas… ) colores crudos, su esencial blanco, el eterno negro -no como base, sino como detalle-, presentando interesantes bloques, volantes, blusas exquisitas, de impecable factura, características de la firma.
Bolsos con enormes logos, hacen la delicia complementaria y sus ya reconocidas carteras de mano como complemento perfecto junto a sus accesorios en perlas de río, nácar, madreperlas, de formas geométricas, perfectamente dispuestas.
Llenos de esperanzas, aplaudimos desde la Casa de los Vitrales, un lugar idóneo para establecer un antes y un futuro firme al legado de una gran mujer de la moda dominicana, con una magnífica colección que la hará imperecedera; cuál leyenda de sofisticada elegancia.
Así se cumplió el sueño de 15 AÑOS de Dominicana Moda, un evento cuya única misión ha sido dotar la escena nacional de buenos y mejores expositores de moda en cada año transcurrido. Esta vez no hubo vals, ni cambios de zapatillas de ensueños, pero no faltó una edición discreta a tono con las circunstancias y, por supuesto, la magia intencional de la buena moda.
Vendrán tiempos mejores y… ¡Allí estaremos para celebrar!