El tren iba a una velocidad 110 kilómetros por hora por
encima del límite permitido donde descarriló
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Vagones del convoy siniestrado en el descarrilamiento de un tren ocurrido anoche en Santiago de Compostela. |
El maquinista del tren descarrilado en Santiago de Compostela es imputado por el Juez
Por EFE
jueves 25 de julio de 2013, 21:57h
"Descarrilé,
qué le voy a hacer, qué voy a hacer", dijo entonces el maquinista
Francisco José Garzón, quien, después de ayudar a algunas de las víctimas en el
lugar del suceso, ha sido ingresado en el Hospital de Santiago, donde la
policía podría interrogarle, han informado fuentes jurídicas y sanitarias.
El
juez que investiga el descarrilamiento ayer del tren Alvia cerca de Santiago de
Compostela ha imputado al maquinista del convoy mientras investiga por qué,
según reconoció el conductor, iba a 190 kilómetros por hora en una curva
pronunciada, más del doble de la velocidad permitida.
El titular del Juzgado de
Instrucción 3 de Santiago de Compostela ha ordenado a la policía judicial que
tome declaración como imputado al conductor del tren, quien reconoció nada más
descarrilar que circulaba a 190 kilómetros por hora en un tramo que tiene como
límite 80, aunque se desconocen los motivos de este exceso de velocidad.
Después
de contestar a las preguntas de los agentes judiciales y cuando su estado de
salud lo permita, el juez tomará declaración a Garzón, así como a su acompañante,
a viajeros y testigos. Por ahora no se ha podido realizar la prueba de
alcoholemia protocolaria tras los accidentes a este maquinista de 52 años, que
llevaba conduciendo trenes desde el año 1998-2000 y dirigiendo convoyes de alta
velocidad en la línea Madrid-Ferrol en los últimos doce meses, porque desde un
principio ha quedado bajo la custodia de la policía judicial, han indicado
fuentes de Renfe.
El magistrado instructor ya tiene en su poder la caja negra
del convoy, que podría dar más pistas sobre si la razón por la que iba tan
rápido era un fallo humano o técnico, así como si hubo otros factores que
pudieron influir en su salida de la vía. Presumiblemente analizará también una
grabación de vídeo difundida en Youtube de diez segundos que muestra el momento
del descarrilamiento y que, en espera de su verificación, parece
"real", a juicio de fuentes de ADIF (Administrados de Infraestructuras
Ferroviarias) consultadas por Efe.
El tren es un Talgo 250 Dual que empezó a
operar en 2012 y puede circular a velocidades máximas de 250 kilómetros por
hora en el ancho de vía internacional y a 220 en el ancho español. Según Adif,
la infraestructura de señalización en el punto en que se produjo el accidente
era la adecuada y el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, ha asegurado que
ayer por la mañana el convoy pasó una revisión.
En opinión del secretario
general del sindicato de maquinistas (Semaf), Juan Jesús García Fraile, el
siniestro tuvo que deberse a "una suma de circunstancias", y no solo
al exceso de velocidad. Aparte de la judicial, una investigación paralela sobre
el siniestro podría arrojar más luz sobre sus causas: la iniciada por Comisión
de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), organismo independiente adscrito
al Ministerio de Fomento.
Mientras prosiguen las pesquisas policiales y
judiciales, cincuenta miembros de la Policía Científica trabajan en la labor de
identificación de las 80 víctimas, según el último balance oficial, que añade
35 heridos críticos, cuatro de ellos niños.
Durante la pasada noche se han
traslado desde Madrid veintitrés agentes y otros tres del Grupo Operativo de
Intervención Técnica, entre ellos un equipo avanzado expertos en dactiloscopia,
necrorreseña, ADN, vídeo y fotografía, así como en técnicas identificativas. Para
confeccionar la relación de fallecidos -hasta ahora se han identificado 53 en
una lista que se facilitará a las diez de la noche- se ha usado también ADN
facilitado por familiares de víctimas que no estaban en Galicia.