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Zuleyma Rosario
Zuleyma Rosario (Foto: Fuente externa)

Sicóloga Zuleyma Rosario habla sobre las consecuencias del incesto en la familia

Por Redacción Diario Hispaniola
sábado 13 de octubre de 2018, 13:25h
El incesto es definido como una forma de abuso sexual hacia alguna persona con la cual se tiene un vínculo emocional importante, relación cercana o lazo consanguíneo.
Santo Domingo.- Para hablar más sobre el tema, Diario Hispaniola conversó con la psicóloga clínica experta Terapia Familiar y especialista en duelo con más de 12 años de ejercicio, Zuleyma Rosario, quien explicó que en la mayoría de los casos hay una diferencia de edad importante entre el verdugo y la víctima y de la mano con esto es que gran número de los casos de incesto involucran a niños o menores de edad por ser estos altamente sugestionables y por ser el abuso sexual un hecho que muchas veces no posee testigos.

“Muchas personas se convierten en adultos que fueron víctima de incesto en su niñez y nunca hablaron o de haberlo hecho, quizá porque no tuvieron el apoyo necesario para salir de esta realidad funesta”, agregó.

Los miembros de una familia que ha vivido un caso de incesto se ven frente a graves consecuencias a nivel psicológico y emocional. Este es un hecho que indudablemente remueve todo el sistema, aún en los casos donde el secreto es guardado por años.

“Dado que el abuso siempre es cometido por alguien cercano, que ha tenido acceso a la intimidad y la dinámica familiar, se ven involucradas perdidas tangibles e intangibles tanto en la víctima como en el resto de los familiares”, explicó Rosario.

La pérdida de la confianza, la dignidad personal, la identidad familiar, la autoestima, la capacidad de decisión, la identidad sexual así como la capacidad de poner límites y exigir respeto son algunas de las secuelas emocionales de quien ha sido víctima de incesto. A estos factores se suman casos en los que se experimenta tristeza profunda, depresión, irritabilidad, ira, bajo rendimiento académico y una larga lista de emociones.

En el caso de los miembros de la familia, el sentimiento culpa y la vergüenza social son algunas de las secuelas más comunes. De igual forma pueden sentirse traicionados por el victimario y muchas veces existe un sentimiento ambivalente, ya que si quien cometió el hecho fue alguien a quien el sistema aprecia o le guarda algún tipo de lealtad (papa, padrastro, abuelo o tío cercano).

“Resulta difícil de creer y aceptar el daño causado y, por lo general, de ahí desprenden las razones por las cuales muchas veces no se toman cartas en el asunto y se mantiene todo en secreto a pesar del daño a la víctima. En la mayoría de los casos, la familia no está dispuesta a perder una imagen social y someterse al escrutinio y a la vergüenza pública por ser algo tan doloroso”, enfatizó la especialista.

Otro de los puntos que destacó la experta, es el económico, debido a que es un factor que influye mucho en la reacción de la víctima o los familiares de esta, ya que muchas veces dichos agresores se constituyen como los proveedores del hogar.

“Es mucha la confusión y por eso la familia se vuelve cómplice de forma silente; elije callar pero a un precio muy alto. La intranquilidad, la perdida de la paz, la tristeza, el sentimiento de rabia y hostilidad entre los miembros suelen marcar de por vida la familia que ha vivido una situación de incesto”, subrayó.

A pesar de todo lo antes dicho no podemos dejar de mencionar que bajo ningún concepto este hecho debe ser ocultado o ignorado dentro del sistema y es obligatorio tomar las medidas de lugar como una manera de resarcir un poco el daño y que la familia, recibiendo el apoyo terapéutico necesario, pueda en algún momento tener calidad de vida.
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