Participó en la campaña de Al Gore en el 2000
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Juan Verde, asesor comercio internacional del Gobierno EEUU |
"No se puede tener seguridad y privacidad a la vez", afirma asesor español de Barack Obama
Por EFE
miércoles 12 de junio de 2013, 17:53h
El
asesor de Comercio Internacional del Gobierno estadounidense, el canario Juan
Verde, casado con una hija del diseñador gallego Adolfo Domínguez, cree que es
"una pena" que se culpe al presidente Barack Obama de los programas
de espionaje desvelados la pasada semana y considera que "no" se
puede tener "seguridad y privacidad totales a la vez".
Fue
un ex técnico de la CIA y de la NSA de 29 años, Edward Snowden, quien ha sacado
a la luz "el estado de vigilancia" en el que vive Estados Unidos, lo
que se añade a la denuncia de la intervención de las comunicaciones de
periodistas de Associated Press o Fox News. En una entrevista con Efe, Verde,
que dirigió desde Ourense la campaña internacional de Barack Obama, ha
comentado tanto la actualidad estadounidense como su propia historia, que
comenzó en 1971 en el pueblo de Telde, Gran Canaria, y que le llevó a codirigir
la campaña electoral del Partido Demócrata de Estados Unidos en 2012, como
relata en su biografía "Soñar es poder" (Aguilar).
Para él, sin
embargo, el libro no es un relato de su vida sino de las personas que han
influido en ella, empezando por sus padres, la familia de inmigrantes cubanos
que le hospedó en Boston, los Seoane; sus profesores y las grandes figuras
políticas que le enseñaron "qué significa el liderazgo". Verde, que
también participó en la campaña del vicepresidente Al Gore en 2000 y vivió de
primera mano su polémica derrota por apenas 500 votos, considera a George Bush
responsable de que la Agencia de Seguridad de Estados Unidos (NSA) actúe
"de forma hermética y con total impunidad".
"Es una pena que la
gente esté hablando de que es un problema de Obama. Ha intentado cambiarlo pero
no se puede rehacer el sistema de la noche a la mañana", opina Verde,
quien ha esgrimido que será necesario encontrar "un equilibrio" entre
seguridad y privacidad, ya que "no se pueden" tener ambas cosas a la
vez. Así, es "imposible" deshacer todo el programa de vigilancia de
teléfonos e Internet organizado por el Gobierno de Bush "sin poner en
riesgo" la seguridad del país, por lo que pide paciencia para esperar a
que "la transparencia" ponga unos límites a estos sistemas de
espionaje.
Frente a la época del ex presidente tejano sitúa a Bill Clinton, al
que considera "uno de los mejores" gobernantes de EE.UU. en el siglo
XX. Verde le conoció cuando apenas era el desconocido gobernador del Estado de
Arkansas y participó en su campaña para las primarias del Partido Demócrata, lo
que dice que "marcó" su vida y le resultó "muy
enriquecedor". "Clinton recibió al país con el mayor déficit de su
historia y lo dejó con superávit", ha explicado a Efe, y con esos ingresos
"sacó a mucha gente de la pobreza y los llevó a la clase media", e
invirtió en investigación y desarrollo.
El grancanario se muestra convencido de
que Hillary Clinton será "la próxima presidenta de EE.UU." y de que
será "la más preparada de la historia y del mundo". La que fuera
primera dama, senadora por Nueva York y secretaria de Estado, "tiene
tablas, experiencia y un nivel académico magnífico", y "no se quedó
en el banquillo viendo sentada el Gobierno de Bill", sino que "tuvo
un papel importantísimo" en él. "Estados Unidos necesita a más
mujeres en el poder", ha opinado Verde, que participó en la campaña de la
entonces senadora para optar a la presidencia antes de conocer a Obama, que no
era un candidato al uso sino "una fuerza".
Su cambio de bando,
además, estuvo motivado por Tiziana, hija del diseñador Adolfo Domínguez y su
actual esposa. La joven apoyaba al candidato afroamericano e hizo entender a
Verde el alcance de su movimiento y de las dos palabras sobre las que edificó
su campaña: cambio y creer. Respecto a su vida personal, Verde ha asegurado que
no se arrepiente de ninguna de sus decisiones, que le llevaron a abandonar
España con 15 años para estudiar en un instituto de Boston, donde acabó
licenciándose en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales con mención
"summa cum laude".
Sin embargo, la única espina que tiene clavada es
no haber tenido una hija hasta los 40 años, Allegra, que para Verde ha supuesto
darle "un nuevo sentido" a su filosofía de vida, que resume en tres
máximas: "siente pasión por lo que haces, corre riesgos sin temor al fracaso
y devuelve a la vida lo que ella te ha dado".