Siddy Roque
Siddy Roque es una luchadora incansable que inicia su día desde que asoma el alba. Tiene dos hijos, Hamlet y Austrid Almonte Roque, dos soles que, según confiesa, iluminan su vida.
Es periodista de profesión. Ha ocupado puestos en el Listín Diario como reportera y en la Secretaría de la Mujer como directora de Prensa. Actualmente trabaja freelance, lo que le permite flexibilidad de tiempo pues no tiene que cumplir con un horario fijo y tiene libertad de acción.
Quienes la conocen, la describen como una mujer de personalidad tranquila y moderada. Ha llevado a cabo la labor de criar y educar a sus vástagos en compañía de su esposo, Alexis Almonte, quien en todo momento está presto a colaborar con los requerimientos de un hogar: desde llevar a la pequeña al inglés y quedarse a esperar por horas, hasta ayudar en las asignaciones escolares.
La tarea de administrar el tiempo en el trabajo y la familia no ha sido fácil, resaltó Siddy. “Me casé muy joven y, lógicamente, sin experiencia de lo que era conducir un hogar. Mi hijo Hamlet nació cuando estaba terminando la carrera. No me fue difícil insertarme en la producción, más bien tuve la suerte de empezar a trabajar poco después de graduarme, pero el niño estaba pequeño, por lo que tuve que afrontar la dura responsabilidad de madre primeriza e inexperta que a la vez era estudiante universitaria y luego profesional”, rememoró.
Para salir a flote, se enfocó en una idea clara: que el profesional debe ser siempre disciplinado y que el tiempo de la familia no es negociable. Además tuvo siempre el apoyo de su familia, que juntos son ejemplo de unidad, amor y comprensión
“Tengo la dicha de tener un compañero inteligente, que me ayuda y me orienta; en nuestra casa somos todos a una. Tuve también el apoyo de mi madre y mis hermanas, por eso mi carga no ha sido tan pesada. Ese ha sido un aspecto fundamental de mi éxito como profesional y a la vez de madre de familia.
Recalcó igualmente que el esfuerzo y dedicación en ambos roles le ha valido la seriedad y responsabilidad con la que le percibe en su ambiente profesional así como la seguridad de decir que sus hijos son jóvenes ejemplares. “No tengo dudas de que hemos sembrado en un terreno muy fértil y de que lo hemos hecho bien”, confesó.
Finalmente puntualizó: “Somos una familia cuya conducta ha generado el respeto de la sociedad y eso ha servido de orientación y ejemplo en nuestros hijos a quienes le inculcamos valores como el amor al prójimo, el respeto, la honestidad, solidaridad y la lealtad en la amistad. Es algo que le recalco y repito sin descanso y estoy satisfecha de su asimilación del mensaje”.