Bajar de peso, además de los beneficios físicos que conlleva, en teoría debería mejorar la salud psicológica, debido al aumento de la autoestima. ¿O no? Según un estudio del University College de Londres, llevado a cabo por Sarah E. Jackson, arroja resultados sorprendentes, debido a que se tiende a olvidar los desajustes mentales que a veces causan las dietas.