Salvo prejuicios modernos, se han escrito con letras de oro nombres de descubridores al servicio de la Corona española como Colón, Cortés, Núñez de Balboa o Magallanes, pero aquellos primeros exploradores que a finales del siglo XVI buscaron en el Pacífico las minas del rey Salomón, también merecían un buen libro. Ya lo tienen.