Las tres potencias norteamericanas cerraron la segunda ronda de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) con preacuerdos en los puntos en los que las fricciones son menores –pymes, facilitación comercial y obstáculos técnicos al comercio– y dejaron para la siguiente ronda de conversaciones, dentro de dos semanas en Ottawa, los asuntos en los que las posiciones son más encontradas: el déficit comercial, el capítulo 19 de resolución de controversias, las reglas de origen –el contenido regional obligatorio de cada producto– y la asimetría de derechos laborales y salarios a ambas orillas del río Bravo.