Nassau, 26
feb (EFEUSA).- La Comunidad del Caribe (Caricom), formada en su mayoría por
pequeñas islas antillanas, agradeció hoy a Venezuela su apoyo económico, así
como a China y Taiwán, y pidió el fin del embargo a Cuba, pese a la amenaza que
ello puede suponer para su industria turística.
Los quince países que forman Caricom
iniciaron hoy en Bahamas una cumbre de mandatarios en la que se preveía que
afloraran asuntos como la tensa relación con República Dominicana y la reciente
decisión unilateral de Jamaica de despenalizar la marihuana.
Sin embargo, ninguna alusión a esos temas se
hizo durante los discursos que formaron parte de las ponencias y reuniones del
día. Lo que sí se coló fue una mención a Venezuela por parte del primer
ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne.
Durante su discurso en el primer día de
reuniones de la cumbre anual de Caricom, que termina mañana, el mandatario
recordó que Venezuela es un gran colaborador de las Antillas menores y dijo que
eso la región no lo olvidará.
En los últimos tiempos la caída del precio
del petróleo y la reducción del apoyo de Venezuela a Petrocaribe ha generado temores
en la región, que depende sobremanera del suministro venezolano y de sus
ventajosos precios.
Igualmente agradeció a China y Taiwán las
constantes inversiones que están realizando en la región y criticó que el resto
de la comunidad internacional no tenga un trato preferencial con las Antillas y
olvide que no cuentan con los mismos recursos, población, tierra y riquezas que
EE.UU. o la Unión Europea.
Otro asunto de actualidad que se coló en las
conversaciones de hoy fue el anuncio en diciembre pasado de la normalización de
las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU.
También fue en boca de Browne, que reclamó a
Washington que vaya más allá y acabe de una vez con el "sinsentido"
de su embargo.
Además, se congratuló de que la región haya
estado "en el lado correcto de la Historia", ya que, según recordó,
ya en 1972 cuatro países de Caricom decidieron desmarcarse de ese embargo.
Por su parte, el presidente entrante de
Caricom y primer ministro de Bahamas, Perry Christie, exhortó a crear con
prontitud una iniciativa de múltiples destinos con Cuba para fortalecer el
sector turístico ante el posible próximo levantamiento del embargo.
"Mejor antes que tarde (...) debemos
aprovechar esta oportunidad única para desarrollar una iniciativa multidestino
con Cuba", dijo Christie, tras defender que el acuerdo para la
normalización de relaciones no debe ser visto como una amenaza para la región.
Muchos expertos coinciden en apuntar que la
apertura del mercado turístico de Cuba para los estadounidenses puede hacer
mucho daño a otros destinos caribeños con menos historia, menos oferta, menos
infraestructuras y menos atractivos.
Como viene siendo una constante desde hace
años en estas reuniones, una de las principales preocupaciones giró en torno al
estancamiento económico de la región y sus dificultades por competir en un
mundo cada vez más interconectado, donde el tamaño y las alianzas marcan la
diferencia.
Para Browne, la región atraviesa "uno
de los momentos más delicados de su historia", una visión que fue
compartida por otros oradores, que en general apostaron por potencial el
impulso de la juventud, la colaboración intrarregional y la autosuficiencia
agroalimentaria.
Sobre este último aspecto, Christie expresó
su preocupación por la excesiva dependencia del exterior y puso el ejemplo de
Bahamas, que importa anualmente alimentos por mil millones de dólares
estadounidenses.
"Es tiempo de que produzcamos lo que
podamos y que sólo compremos lo que nos sea necesario. Este debe ser el mantra
de Caricom", defendió.
Para profundizar en este tema, los
mandatarios se reunieron hoy con el director general de la Organización de
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano.
Igualmente, se habló de la necesidad de que
la banca local se sanee y mejore su imagen exterior, donde está considerada de
alto riesgo, lo que cada vez dificulta más atraer capitales.
Por ello, se propuso la celebración de un
reunión de ministros de Financias de la región que pongan las bases para evitar
"que la banca autóctona se vea obligada a cerrar", en palabras de
Brown.
Los países que conforman el organismo
regional son Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada,
Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San
Vicente y Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.