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Junta Central Electoral de la República Dominicana.
Junta Central Electoral de la República Dominicana. (Foto: Fuente externa)

Los 100 años de la Junta Central Electoral en RD; una experiencia desde el servicio exterior

sábado 03 de junio de 2023, 01:20h
Al cumplirse un siglo de existencia de la Junta Central Electoral (JCE) en la República Dominicana, quiero agregar un aporte desde el lugar en el que me encuentro, laborando para dicha institución, como auxiliar de la Oficina de Servicio en el Exterior (OSE) en Madrid, España.
Visto este histórico acontecimiento, que coincide con varios logros y pasos de avance de esta gestión de la JCE, he querido compartir un resumen de las gratas experiencias que he ido acumulando en esta posición, en el servicio exterior.

En primer lugar, me acompaña el sentimiento de que estoy prestando una asistencia vital a favor de mis conciudadanos dominicanos que residen en la Madre Patria y en el resto del continente europeo; para este servicio tan significativo, me han favorecido los conocimientos y la experiencia adquirida en mi trayectoria profesional en RD, en temas relacionados con el registro civil y el derecho electoral dominicano, que consagran prerrogativas tan especiales y fundamentales como lo son: el derecho al registro de los hechos que se refieren a los actos del Estado Civil, el derecho a la identidad y al sufragio.

En este escenario, he podido apreciar la satisfacción de dominicanos y dominicanas al poder recibir sus cédulas de identidad desde la distancia o al empadronarse en nuestra oficina, quedando habilitados para ejercer el voto en el exterior; muchos de estos ciudadanos tienen un tiempo considerable viviendo en Europa, fuera de su terruño añorado.

Y esa satisfacción se expresa en sonrisas, en la alegría de saber que, como ciudadanos dominicanos, están siendo amparados y reconocidos por sus autoridades en el extranjero. De hecho, uno de los logros de la presente gestión de la JCE, lo ha sido el considerable aumento de ciudadanos empadronados en el exterior, que en el mes de octubre del pasado año 2022 alcanzaba la cifra de 696,762, con la meta de llegar a 1,191,758 ciudadanos registrados, antes de que cierre el plazo correspondiente.

Pero mi grata apreciación tiene aún mejores episodios cuando logramos resolver desde aquí (desde la distancia) problemas que históricamente han afectado a algunos ciudadanos, en cuanto a sus registros de nacimiento, matrimonio y otros actos del estado civil, compartiendo con dichos ciudadanos la satisfacción y el júbilo al lograrse tales soluciones, que muchas veces tienen un impacto directo en sus vidas, aquí en el exterior, cuando logran resolver estatus migratorios, de nacionalidad, de estado civil o temas de carácter laboral.

Esos problemas de antaño, que por años estuvieron afectando a muchos dominicanos y dominicanas, tales como errores, alteraciones u omisiones en sus folios (en los libros correspondientes), procesos incompletos de declaración tardía, digitalizaciones pendientes de expedientes y otros, también han causado muchos inconvenientes de gestión administrativa durante años, al igual que problemas de naturaleza legal, por lo cual, colaborar en la gestión de solución de esas problemáticas ha representado un importante desafío institucional y un alto compromiso, que requiere de un trabajo de equipo, con plena empatía y vocación de servicio.

Y todo esto se ha logrado gracias a la visión del Pleno actual de la JCE y a la ejecución de acciones administrativas oportunas y eficaces, en una labor conjunta, siendo justo decir, que también se ha dado continuidad a algunas iniciativas y esfuerzos anteriores, que resultaron incompletos.

Así las cosas, se destaca la implementación del proyecto de "Eliminación de Legalización de Actas del Estado Civil (ETLA)", el cual ha funcionado como una especie de auditoría general aplicada al registro civil de la República Dominicana, donde ya se perciben los frutos de este loable esfuerzo. Con este proyecto se ha tomado una importante iniciativa para resolver un tema histórico en la vida democrática de nuestro país, que ha afectado a varias de sus generaciones.

Por tanto, con estas mejoras se realza la calidad del registro civil dominicano, dentro y fuera del territorio nacional, se retoma la confianza en las actas del estado civil emitidas por la JCE, por parte de los ciudadanos, de las instituciones que conforman el Poder Judicial, de los consulados y misiones extranjeras acreditadas en la República Dominicana, por mencionar algunos de los beneficios que ya se van apreciando.

Es decir que, ya quien se traslade o resida en el exterior podrá que valerse de actas de nacimiento, matrimonio, divorcio o defunción totalmente depuradas, con plena validez y efecto legal, lo que bajo el nuevo régimen legal se denomina como "actas validadas".

Dejo también constancia de la alegría que siento cuando recibimos a nuestros ciudadanos con la finalidad de inscribir ("transcribir") los registros de nacimiento de sus hijos (as) aquí en el exterior, con lo cual estos consolidan su derecho a la nacionalidad dominicana, consignado y garantizado por nuestra constitución, lo que en adición al beneficio personal que esto le representa al nuevo inscrito, nacido fuera de la República Dominicana, es de apreciar, que la sumatoria de todos estos casos fortalece la identidad dominicana, dentro y fuera de nuestras fronteras.

Otro ejemplo de la importancia de este servicio en el exterior lo encontramos en el deporte, en este caso, el fútbol; son varios los jóvenes jugadores formados en España y Europa, hijos de nacionales dominicanos, que requieren de documentos de identidad de la República Dominicana, porque podrían sumarse a la selección de nuestro país, o porque muy posiblemente tendrán mayor oportunidad de ser fichados por equipos internacionales como ciudadanos dominicanos, en lugar de su otra nacionalidad adquirida por "jus soli" (por su lugar de nacimiento).

En fin, estas son las experiencias que voy acumulando y que por este medio voy narrando sobre nuestra misión por aquí por Madrid, a favor de nuestra comunidad dominicana, como parte de la valiosa labor que realiza la Junta Central Electoral (JCE), más allá de nuestras fronteras, labor que este año preelectoral tiende a expandirse y ampliarse, a través de todas las oficinas instaladas en el exterior.

Agradezco, pues, en mi día a día, el ser un servidor de la JCE, extendiendo dicho agradeciendo a mis experimentados (as) compañeros y compañeras de equipo, por compartir con entusiasmo la encomienda cotidiana, todos liderados por nuestra apreciada y veterana encargada (de la Oficina de Servicio en Madrid), Luciana Díaz Warden.

Cabe destacar, que para esta elevada misión se requiere de la mayor empatía con los ciudadanos, en la identificación de sus problemas y/o en la prestación de los servicios requeridos, para entonces encaminar las soluciones oportunas.

En todo este contexto, resalto los avances institucionales de la JCE, lo que nos permite seguir en la ruta del desarrollo y la prestación de los mejores servicios, sumándose a estas medidas administrativas, la implementación oportuna de un calendario electoral cuidadosamente confeccionado, de cara a las venideras elecciones del año 2024, además del énfasis en la capacitación de todos aquellos actores que tendrán funciones claves en esta próxima jornada electoral, más la conquista que representa la nueva Ley núm. 04/2023, sobre Actos del Estado Civil en RD, y la núm. 20/2023, sobre Régimen Electoral, todo lo cual visualizo como un escenario que nos conduce al avance democrático institucional en nuestro país.

Concluyo este resumen, invitando a la comunidad dominicana en el exterior y en nuestro caso particular, a los dominicanos que les convenga usar nuestro servicio aquí en Madrid, España, a que acudan a nuestra oficina; allí les esperaremos con una sonrisa y con nuestra mejor disposición de colaborarles en el trámite que se requiera, no solamente para cumplir con nuestra sagrada misión y lograr la satisfacción del deber cumplido, sino también para simplificarle la vida a nuestros compatriotas, contribuyendo, de alguna manera, a que sean más felices, dentro y fuera de su patria.
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