El-Sissi, favorito para el
triunfo en los comicios del 26 y 27 de mayo, no participaba en esa movilización
política cuando ocurrió el atentado en el distrito de Ezbet
el-Nakhl en El Cairo.
El candidato no ha asistido a ningún acto de campaña,
al parecer por razones de seguridad, y ha restringido sus presentaciones sólo a
televisión y entrevistas.
El-Sissi
había dicho en una reciente entrevista por televisión que fueron descubiertos
dos conjuras para asesinarlo sin que facilitara mayores detalles.
Los
extremistas islámicos han intensificado sus ataques en Egipto desde el
derrocamiento de su presidente correligionario Mohammed Morsi. Estos sectores
han dirigido sus ataques contra funcionarios de alto rango, instalaciones de
seguridad, así como personal del ejército y la policía en gran parte del país.
El
único contrincante de El-Sissi es el político izquierdista Hamdeen Sabahi,
quien recorre el país en busca de votos. Sabahi captó casi cinco millones de
votos en las anteriores elecciones presidenciales que tuvieron lugar en 2012 y
terminó en tercer puesto.
El
islamista Mohammed Morsi ganó los comicios, pero el-Sissi lo depuso un año más
tarde debido a las protestas callejeras en las que millones de personas exigían
la renuncia del mandatario.
La Hermandad Musulmana de Morsi ganó todas las
elecciones desde la caída en febrero de 2011 del presidente autocrático Hosni
Mubarak, que había gobernado mucho tiempo el país. Sin embargo, Morsi obtuvo
una cerrada victoria en segunda vuelta en junio de 2012.
Según previsiones, El-Sissi ganará por amplio margen,
pero sus insistentes llamados a que acudan a las urnas los más de 50 millones
de electores del país dejan entrever que pretende un periodo firme como
mandatario para los próximos cuatro años.
La carta magna que elaboró una comisión
predominantemente laica a la que nombró el presidente interino fue aprobada en
enero en un referendo nacional con aceptación de 90% del electorado
participante. Sin embargo, la afluencia de electores en esa consulta fue
relativamente baja, menos de 40%.El presidente interino tiene el apoyo del
estamento militar.
Fuente: Miami Diario