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Mercado de Dajabón
Mercado de Dajabón

Relaciones comerciales dominico-haitianas no están en su mejor momento

Por Redacción Diario Hispaniola
lunes 14 de agosto de 2017, 14:54h
Las relaciones comerciales de República Dominicana con Haití pasan por un momento bajo, a medida que el vecino país define “una política comercial que apuesta por ciertos grados de protección industrial y el incremento de las recaudaciones por impuestos aduaneros”, advierte un informe del Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (CEI-RD).

El informe, elaborado en coordinación con la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) bajo la responsabilidad de los economistas Elka Scheker y Pavel Isa Contreras, alude a trabas en el segundo mercado de República Dominicana.

Los productos enviados desde el territorio nacional por las vías formales pierden espacio del otro lado de la frontera y se ven afectados por vedas prolongadas en el tiempo pese al optimismo con que la diplomacia dominicana anuncia su final.

“Como resultado de la primera visita oficial del canciller Miguel Vargas a Haití en agosto de 2016, se logró el levantamiento a la prohibición por parte de las autoridades haitianas, del ingreso a ese país vía terrestre de 23 productos dominicanos, lo que representa un impacto de unos cuatrocientos millones de dólares en el intercambio comercial, aumentando el volumen de las exportaciones”, aseguran las memorias presentadas por la Cancillería al Congreso Nacional, el 27 de febrero de este año.

haiti balanza comercialPero las exportaciones hacia el vecino Haití disminuyeron en un 20%, según cifras preliminares de la Dirección General de Aduanas (DGA) que reflejan una caída absoluta de US$1,000.6 millones a US$799.2 millones entre 2015 y 2016.

De acuerdo al Barómetro de Comercio Internacional (BCI), del Programa de Estudios del Desarrollo Dominicano (PED) de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), en 2016 el intercambio comercial entre República Dominicana y el mundo alcanzó los US$26,416.0 millones (US$8,714.01 millones en exportaciones y US$17,701.85 millones en importaciones) con un saldo deficitario de US$8,987.70 millones.

El BCI señala que, después de Estados Unidos, que recibió el 52% del total exportado y envió un 40% de lo importado, Haití, con un 9.2%, mantuvo su posición de segundo destino de exportación de los productos criollos, en especial de manufacturas terminadas y semi-procesadas y en particular tejidos.

“Sin embargo, el comercio se ha generado de forma reactiva a la demanda, es muy desigual, con intensos flujos de exportaciones pero importaciones muy exiguas”, advierte el informe realizado para el CEI-RD.

También el gerente general del Banco Nacional de las Exportaciones (Bandex), Guarocuya Félix, advirtió hace poco que con respecto hacia el vecino Haití, los exportadores dominicanos corren riesgo producto de los problemas institucionales de esa nación. También, lamentó el hecho de que el vecino país se encuentre fuera del sistema de pagos del que forma parte República Dominicana.

“Se nos dificultan determinadas operaciones con Haití”, dijo y añadió “(…) ahora, ¿qué ocurre?, hay un banco en Haití que se opone, porque tiene el monopolio del SWIFT con un banco en Miami, Estados Unidos”.

Guarocuya Félix asegura que ha tratado el problema con el representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) responsable de representar a ese organismo frente Haití, así como el embajador Idalbert Pierre-Jean.

Al consultarlo, el diplomático haitiano rehusó referirse al tema bajo el alegato de que estaba concluyendo su misión en República Dominicana.

El problema planteado por el gerente del Bandex encarece las transacciones financieras para los exportadores formales dominicanos y haitianos y, al mismo tiempo, obliga a los informales a realizar todas sus operaciones con dinero en efectivo en un clima de inseguridad.

Pese a la disminución en las exportaciones dominicanas formales al mercado haitiano, el presidente de Adoexpo, Álvaro Sousa Sevilla, confía en que el comercio interfronterizo se irá recomponiendo, ya que, según explica, en los primeros seis meses de este 2017 las exportaciones criollas hacia el mercado vecino rondaban el 10%.

Reconoce que los inconvenientes con el sistema de pagos encarecen el costo financiero del comercio, tanto para haitianos como para dominicanos, pero se muestra esperanzado en que los gobiernos de la isla Santo Domingo busquen soluciones a todos los inconvenientes.

comercio rd haitiLa comunicación terrestre con Haití facilita las exportaciones dominicanas hacia ese destino que, aunque tiene más de 10.7 millones de potenciales consumidores, también presenta el desafío de ser el país más pobre del hemisferio occidental. El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), recuerda en un análisis que la nación vecina está calificada con “un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 0.493 en 2015, en la posición 163 entre 188 países, y último de los países del Caribe”.

Resalta que el 20% de la población más rica concentra el 64.6% del ingreso total, mientras que el 20% de los más pobres apenas percibe el 1.8%.

“El desempeño de la economía haitiana se ve limitado por el rezago en la capacidad productiva, la inestabilidad política y el alto nivel de pobreza”, dice el MEPyD para recordar que su producto interno bruto (PIB) solo creció un 1.2%, en 2015, “afectado por la baja del sector agrícola y la desaceleración de las actividades de comercio y de la construcción”.

La balanza comercial de Haití en 2015 tuvo un déficit de US$2,247 millones, dice.

Reglas flexibles

El economista Juan del Rosario Santana reconoce una limitante importante en el sistema de pagos, pero ve “un problema multifactorial en las relaciones comerciales entre República Dominicana y Haití”.

“El financiamiento de las exportaciones hacia Haití debe pasar por reglas flexibles que tomen en cuenta la dinámica en que se desarrolla esa actividad comercial”, dice. Recuerda que en las transacciones del mercado informal se impone el uso del dinero en efectivo, lo cual explica, por ejemplo, el crecimiento de la banca privada en poblados como Dajabón y Ouanaminthe, en la frontera norte.

Abigail Bueno, presidente una de las asociaciones de comerciantes detallistas y mayoristas de Dajabón, explica que en esa ciudad dominicana operan ahora unas 14 entidades financieras, incluyendo bancos y asociaciones, mientras que su vecino Ouanaminthe cuenta con al menos siete.

Explica que los haitianos cambian los gourdes en su territorio por dólares o pesos dominicanos y que, aunque las transacciones se realizan en efectivo, los comerciantes de cada país mantienen el hábito de hacer depósitos constantes en las entidades bancarias de ambos lados de la frontera.

“Exportamos y les recibimos a ellos (comerciantes y consumidores haitianos) la moneda en dólares o en pesos dominicanos porque su moneda (el gourde) es muy fluctuante y cuando uno viene a ver pierde dinero”, explica Reyes Altagracia Morel, miembro de la asociación de detallistas y mayoristas que encabeza Bueno.

Morel insiste además en que el comercio se realiza al contado porque, “quien le da crédito al haitiano, que diga que regaló o perdió (la mercancía). En Haití no hay clientes confiables, para mí, quizás otros comerciantes tienen sus clientes y les han cumplido, pero nosotros lo hemos intentado y hemos perdido dinero; por tanto, ya cerramos definitivamente los créditos”, dice.

Desafíos

El economista Rosario Santana ve varios desafíos en el mercado binacional. “El Gobierno dominicano podría realizar un esfuerzo para crear condiciones para reducir el desequilibrio, con un tratamiento arancelario flexible, que podría ir desde crear preferencias con aranceles cero para la entrada de productos desde Haití y contribuir a que la frontera terrestre adquiera condiciones mínimas para facilitar el comercio”, dice.

En ese sentido, sugiere el establecimiento de puertas distintas para el comercio formal y el informal y contribuir a un entendimiento entre los transportistas de carga de ambos lados de la frontera.

“Los conflictos en el transporte son los que han estado dificultando el comercio. Los transportistas tienen que ponerse de acuerdo o lo van a perder todo, porque al final ninguno de los dos grupos (dominicanos y haitianos) va a beneficiarse del transporte”, dice.

Recuerda que Haití hace esfuerzos por fortalecer su agropecuaria y que, por ejemplo, de los 40 millones de unidades de huevos que consumen sus ciudadanos al mes, ya produce 10 millones, un aumento significativo debido a que antes sus granjas solo podían disponer de 1.6 millones.

En el caso del Gobierno haitiano, Rosario Santana entiende que debe trabajar para reducir “el desequilibrio institucional entre los dos países de la isla y, además, crear una ley que regule los mercados fronterizos y fortalecer sus aduanas”.

Además, entiende que Haití tiene que eliminar la discrecionalidad en el cobro de los aranceles. Considera necesario que el vecino país establezca límites sobre una hegemonía de grupos empresariales que controlan cada vez mayor volumen del comercio binacional.

“Los grupos empresariales han ido tomando una mayor parte del pastel de los productos que se consumen en Haití y esto ha ido afectando el comercio y a los consumidores haitianos”, sostiene el economista y profesor de la estatal Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Limitante al comercio

Un sistema de pagos se basa en una norma internacional que establece reglas mínimas, con miras a facilitar el intercambio comercial y financiero a través de la uniformidad de las leyes nacionales.

El Decreto 325-07 crea la Comisión Nacional de Pagos de República Dominicana (Conapard). El Banco Central define un sistema de pagos como “un conjunto de instrumentos, procedimientos y sistemas de transferencia de fondos, que aseguran la circulación del dinero” y que posee “un administrador y participantes”.

Además, que al Sistema de Interconexión de Pagos (SIP) están “interconectados los sistemas de liquidación de los bancos centrales de los estados miembros del Consejo Monetario Centroamericano (CMCA): Guatemala, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador y República Dominicana. Este sistema permite la liquidación de pagos entre los referidos países, en tiempo real”.

El gerente del Bandex, Guarocuya Félix, advierte sobre la necesidad de que Haití se pueda integrar a estos mecanismos regionales de pagos para viabilizar e impulsar el comercio transfronterizo.

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