Santo Domingo.- Esta actividad
simbólica busca hacer conciencia en las personas, las comunidades, en las
empresas, y en el mundo, sobre la necesidad de mantener un planeta en
condiciones habitable.
Este evento mundial
es impulsado por el fondo mundial para la naturaleza (WWF) y se celebra el
último sábado de marzo de cada año y consiste en un apagón eléctrico
voluntario en el que ciudades,
monumentos históricos y hogares, apagan sus luces durante una hora.
Con esta acción se busca
además demandar de los líderes mundiales a que adopten medidas frente a cambio
climático antropogénico y reducir las emisiones de los gases de efecto
invernadero, ahorrar energía y aminorar la contaminación lumínica.
República dominicana es una isla que se encuentra en
el trayecto de los huracanes, lo que la hace más vulnerable a los efectos del
cambio climático, por lo que demandamos del gobierno gestionar los fondos
internacionales destinados a la adaptación y la mitigación a fin de que sean invertidos en las comunidades más vulnerables.