Obesidad

La obesidad y la diabetes tipo 2 son factores críticos para la salud cardiovascular, aumentando el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares. En República Dominicana, el 17,6% de la población tiene diabetes y un 68% sobrepeso. Se requiere un enfoque integral en su tratamiento para prevenir complicaciones graves.

Un informe de Unicef revela que hay más niños con obesidad que con bajo peso en el mundo. Aproximadamente 188 millones de niños entre 5 y 19 años sufren obesidad, atribuida a dietas ricas en alimentos ultraprocesados. Se insta a los gobiernos a implementar políticas para mejorar la nutrición infantil.

CEDIMAT presenta el sistema MagDI, una técnica bariátrica mínimamente invasiva para tratar la obesidad y diabetes tipo 2. Este procedimiento endoscópico reduce complicaciones y permite una recuperación rápida.

Se prevé que los diagnósticos de cáncer de hígado se dupliquen, alcanzando 1,52 millones en 2050, principalmente por el envejecimiento poblacional. Tres de cada cinco casos son prevenibles. Se recomienda intensificar la vacunación y detección de hepatitis, así como campañas sobre el consumo de alcohol y formación en cuidados paliativos.

Un estudio del Imperial College de Londres revela que la pérdida de peso mejora la salud al eliminar células dañadas y aumentar el metabolismo de grasas nocivas. Analizando muestras de tejido adiposo, se identificaron procesos que podrían fundamentar terapias para enfermedades como la diabetes tipo 2, aunque algunos efectos inmunitarios persisten.

Durante el Meditalk Summit 2025, el Dr. Franklin Peña destacó la importancia de la medicina preventiva en la salud pública y economía dominicana. Subrayó la necesidad de cambiar un enfoque reactivo, enfatizando que invertir en prevención mejora la calidad de vida y reduce costos para el Estado.

Los productos lácteos contienen probióticos que podrían tener un efecto antiobesidad, lo que los convierte en aliados fundamentales en la lucha contra esta epidemia.

Un 68 % de dominicanos tiene un índice de masa corporal (IMC) elevado y, de ellos, un 32 % presenta obesidad, unos porcentajes que van en aumento desde 2010, según el World Obesity Atlas 2025.

Mantener una buena salud cardíaca requiere autocuidado, especialmente a través de una alimentación balanceada que prevenga la obesidad y, con ello, reduzca el riesgo de enfermedades cardiovasculares graves.

Los adolescentes comen más al final del día y aquellos con obesidad ingieren más calorías en ese periodo que los que tienen un peso saludable, un comportamiento que, según un nuevo estudio, se ve influido por los ritmos circadianos, el reloj interno del organismo.

El análisis de datos de más de 2 millones personas que recibieron tratamientos para la diabetes basado en la hormona (GLP-1), muy efectivos también para la obesidad, ha mostrado impactos beneficiosos frente a la demencia o las adicciones, pero potencialmente perjudiciales para el riñón o el páncreas.

La destacada experta dominicana afirma que el peso ideal está pasado de moda, porque causa estrés y depresión. “No todos encajan en una tabla matemática nutricional establecida”, indica.

La obesidad es una condición causante de diabetes, que no solo implica tener azúcar alta, “ya que el verdadero problema es el daño que el exceso de azúcar causa en los vasos sanguíneos, creando complicaciones vasculares que son las que deterioran gravemente la salud, que pueden incluso provocar la muerte”.

• El panorama mundial de la diabetes es muy desalentador. La cantidad de personas que viven con diabetes viene en aumento y la mortalidad sobrepasó el 50% en las últimas dos décadas, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS). • El 40% de las personas con diabetes desconoce su condición y por lo tanto no acude a solicitar tratamiento. • La diabetes tipo 2 es la más común y se desarrolla con más frecuencia en personas con obesidad.

Más de 400 millones de personas sufren diabetes, y se espera un aumento del 46% para 2045. La obesidad y la inactividad física son principales causas. La diabetes mal controlada puede dañar órganos vitales. Un diagnóstico temprano y cambios en el estilo de vida son esenciales para mejorar la calidad de vida.