Debido a que el vínculo observado en la evidencia entre los edulcorantes no azucarados y los resultados en enfermedad podría estar confundido por las características basales de los participantes en el estudio y los complicados patrones de uso de estos edulcorantes, la recomendación se ha evaluado como condicional, siguiendo los procesos de la OMS para el desarrollo de directrices.