La naturaleza es incapaz de generar basura, ya que recicla todos y cada uno de sus detritus y los convierte en materia prima con la que seguir adelante. El ser humano es el único capaz de producir desechos; algunos son biodegradables y no perniciosos, pero la gran mayoría son elementos que acaban por dañar al medioambiente, por su composición, durabilidad y/o cantidades excesivas.
Durante siglos primó la codicia y los intereses económicos y la basura se fue acumulando de forma alarmante, hasta que nos dimos cuenta de que estábamos destruyendo el único hábitat que tenemos y que el reciclaje podría ser la llave para solucionar muchos de nuestros problemas, siempre que lo veamos como una oportunidad de hacer las cosas bien. La emergencia climática es real
En la última década se han registrado los peores índices de calor y si no hacemos algo para cambiar el curso de los acontecimientos, la suba de las temperaturas continuará y llegará un momento en que ya no podremos parar este proceso que desencadenamos por culpa de nuestra desidia, negligencia y ambición.
El cambio climático no solo provoca el derretimiento de los hielos, la suba del nivel del mar o daños a la biodiversidad, sino que afecta directamente a las personas, ya que sus consecuencias son: la emigración masiva, la desaparición de ecosistemas de los que depende nuestra alimentación, la falta de agua potable, la pérdida de empleos, el incremento en la pobreza y un largo etc.
Fuente: Noticias Medio Ambiente
Fuente: Ecoticias