“Me parecía que la literatura agregaba cuartos al mundo, como se le agregan cuartos a una casa. Y esos cuartos eran infinitos y atractivos. Creo que las buenas historias son como casas en las que a uno les gusta vivir. Me gustaría escribir historias que el lector recordara como sueños. De tales o cuales cosas no sabré lo que pienso hasta haber escrito sobre ellas”. Adolfo Bioy Casares.