Los Rojos no barrían en una serie de tres partidos en
Cincinnati a los Dodgers desde el 12 al 14 de junio de 1992.
Para los Piratas de Pittsburgh la barrida de tres partidos
ante los Cardenales de San Luis ha supuesto un duro golpe, ya que le desbanca
del primer puesto de la División Central de la Liga Nacional. Para Bravos y
Dodgers supone unas mini-rachas negativas, pero sin mayores consecuencias, ya
que el equipo de Atlanta lidera por 12 juegos la División Este de la Nacional,
mientras en la misma liga el equipo de Los Ángeles tiene el control por 11
partidos sobre su más cercano perseguidor.