“A las mujeres de mi viaje, que me indicaron los caminos buenos y malos Cuya fortaleza y compasión encendieron una luz y me invitaron a seguir. A las mujeres de mi viaje que me enseñaron como vivir y como no hacerlo. A las mujeres de mi viaje que me mostraron quien soy, y quien no soy. A las mujeres de mi viaje cuya opinión, decepción, y a veces hasta falta de fe me llamaron a niveles más altos de compromiso y decisión. A esas mujeres les digo “benditas seáis”, y “gracias” de todo corazón, porque he sido curada y liberada a través de vuestra alegría y vuestro sacrificio”. -Melissa Bowers