La aceptación por Mauricio Macri en 2018 de los postulados del FMI supuso hipotecar la soberanía económica de Argentina pues tras el desembolso del FMI de cerca de 57.000 millones de dólares quedaba la rémora para el actual Gobierno de vencimientos de deuda estimados en cerca de 37.000 millones de dólares.