A Barbie se le notan los 65 años que cumple, ha evolucionado mucho desde ese 9 de marzo de 1959 que en una Feria del Juguete en Nueva York, la empresa Mattel lanzó la gran idea que Ruth Handler tuvo para las niñas de entre 7 y 8 años en Estados Unidos. La muñeca costaba 3 dólares.
Hasta entonces, las niñas solo tenían una versión de muñeca: la bebé; solo podían jugar a ser mamás. Sí, le podían cambiar la ropa y jugar con ella, pero ese juguete siempre sería un bebé.
Lisa McKnight, jefe de marca de Mattel, habla de cómo se ha transformado la muñeca: “Estamos felices con la celebración 65 de Barbie; con el tiempo se ha convertido en algo más que una muñeca. Fue presentada como la primera muñeca de moda en 1959, y desde entonces ha evolucionado a todas las categorías de ocupaciones, y sobre todo, en un verdadero ícono global”.
Lisa explica cómo desde su lanzamiento “siempre estuvo hecha para inspirar a las niñas para que creyeran que podían ser cualquier cosa”; sin embargo, a través de seis década este mensaje a ido y venido, hasta hace unos 10 años en que “nos dimos cuenta de que no estábamos comunicando esto lo suficiente como marca, y estaba perdiendo relevancia entre las mamás y sus hijas.
Así que volvimos a impulsar el concepto de la marca, que es inspirar a las niñas.Y comenzamos a usar el empoderamiento femenino como parte de la campaña de marketing de manera transversal en todos los producto
Diversidad e inclusión
Si bien desde 1980 Mattel lanzó muñecas de diversidad racial, con la Barbie latina y la Barbie negra —en 1968 lanzaron a Christie, la amiga de Barbie de raza negra—, fue en 2016 cuando Mattel decidió que si Barbie ya tenía distintos colores de piel, facciones y profesiones, también debía tener diversidad de cuerpos; y en 2022 lanzó su colección Fashionistas con discapacidad, integrando muñecos (Barbies y Kens) en silla de ruedas, con prótesis, síndrome de Down, aparatos auditivos y vitiligo.