Ecuador se mantuvo este viernes a la expectativa de la declaración de un estado de excepción por parte del nuevo presidente, Daniel Noboa, quien había anticipado esta medida extraordinaria con el propósito de agilizar el trámite en la Asamblea Nacional (Parlamento) de sendos proyectos de reforma tributaria y otra energética.
Quito, 24 nov (EFE).- Noboa, que asumió el cargo el jueves en una ceremonia donde sucedió a Guillermo Lasso, adelantó que promulgará la declaración del estado de excepción acogiéndose a la situación de emergencia pronosticada por la llegada en las próximas semanas del fenómeno climático de El Niño, que puede causar inundaciones en gran parte del país.
Bajo esa condición buscará que se procese de urgencia las dos reformas que pretende hacer en materia tributaria (con incentivos a la creación de empleo para mejorar ingresos fiscales) y en materia energética (para hacer frente a los apagones diarios que desde finales de octubre se dan en el país por escasez de electricidad)-
Reunión con la CAF
En cambio, el joven presidente, de 35 años, no ha emitido aún ese decreto de estado de excepción y en su primer día de funciones tuvo una reunión con el presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Sergio Díaz Granados.
Noboa, que en la reunión estuvo acompañado por su ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Gabriela Sommerfeld, agradeció el interés expresado por parte de este organismo internacional para trabajar en las soluciones que el país requiere y su ratificación para dar asistencia técnica y financiera.
La CAF señaló a través de sus canales oficiales que la reunión se centró en discutir temas relacionados a la estrategia del organismo en Ecuador, revisar los proyectos en ejecución, así como las prioridades en materia de desarrollo del nuevo Gobierno.
"Juntos, acordaron avanzar en una agenda de cooperación que contribuya a cerrar las brechas socioeconómicas y generar bienestar para la ciudadanía", añadió la CAF.
Vicepresidenta a Israel
La mayor sorpresa del día llegó en la tarde, cuando el presidente anunció que la decisión de enviar a su vicepresidenta, Verónica Abad, a Tel Aviv con la tarea encomendada de promover la paz entre Israel y Palestina, lo que deberá atender desde la Embajada de Ecuador en Israel.
Este anuncio escenifica la distante relación que existe entre Noboa y Abad desde la misma campaña electoral y que en las últimas semanas se hizo más tensa con agendas paralelas, como el jueves tras la investidura, cuando la vicepresidenta no acudió al almuerzo oficial y se fue a visitar un mercado de Quito para comer con sus vendedoras.
Desde que ganaron las elecciones solo se les había visto juntos el día de la entrega de las credenciales como vencedores de los comicios y este jueves en la ceremonia de investidura y en el acto de nombramiento de ministros.
Gobierno aún incompleto
En esa actividad Noboa designó dieciséis ministros y dejó cuatro carteras pendientes de nombramiento, entre ellas la de Interior, la de Economía y Finanzas, la de Mujer y Derechos humanos, y la de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información.
El mandatario ecuatoriano aseguró antes de la investidura que prevé tener para el domingo la foto completa de su gabinete ministerial, que hasta el momento cuenta con paridad (ocho mujeres y ocho hombres).
Para la cartera de Economía ha sonado el nombre de Juan Carlos Vega, quien estuvo presente en la ceremonia de nombramiento de ministros pero sin que él participase de ella.
Sin embargo, este jueves participó en una reunión con las ministras de Energía y Minas, Andrea Arrobo; y de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Sade Fritschi, donde la primera de ellas lo presentó públicamente como el nuevo titular de las finanzas públicas del país.
Si se confirma de forma oficial la designación de Vega, este tendrá una de las tareas más delicadas, con una situación económica que Noboa ha catalogado como "preocupante" por el déficit fiscal, que va en aumento, al punto que ha llegado a advertir el riesgo de 'default' (situación de impago de la deuda) para 2026 o 2027 si no se comienzan a mejorar ahora los ingresos fiscales.
Noboa tendrá un corto mandato de apenas año y medio para completar el periodo 2021-2025, que Lasso interrumpió en mayo pasado al aplicar la 'muerte cruzada', con la que disolvió la Asamblea, de mayoría opositora, en el momento que esta buscaba su destitución, y así forzó unas nuevas elecciones generales.
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