Varias templos cristianos han sido atacados e incendiados,
acusando las autoridades de estos hechos a los Hermanos Musulmanes, y
viceversa.
Miércoles sangriento en Egipto: más de 320 muertos y casi 3,000 heridos según fuentes oficiales
Por EFE
jueves 15 de agosto de 2013, 10:24h
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Un manifestante que cubre su rostro con una máscara de gas, lleva a un niño en brazos, durante una operación llevada a cabo por la policía para desmantelar una de las dos acampadas.
EFE
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Numerosos manifestantes lanzan piedra contra las fuerzas de seguridad cerca de la mezquita de Rabea al Adauiya, en El Cairo.
EFE
El Ministerio de Sanidad informó hoy de
que al menos 327 personas murieron y 2,926 resultaron heridas en los disturbios
del miércoles en Egipto, desencadenados tras la operación policial lanzada para
desmantelar las acampadas de los islamistas.
El portavoz de dicho departamento
Mohamed Fathalá apuntó que el mayor número de fallecidos en El Cairo se
registró en la acampada de los seguidores del depuesto presidente egipcio
Mohamed Mursi en la plaza de Rabea al Adauiya, que fue destruida por las
fuerzas de seguridad.
Ayer el Gobierno egipcio decretaba el estado de
emergencia y el toque de queda, en un intento de impedir que el caos se
extienda por el país, escenario de violentos disturbios.
Los trágicos
acontecimientos de ayer, jornada que según fuentes oficiales han cobrado más de
trescientas muertes y miles de heridos, comenzaron tras la policía lanzar desde
primeras horas de la mañana una operación para desmantelar las acampadas de
protesta de los seguidores del depuesto presidente de Egipto, Mohamed Mursi.
Las acampadas se llevaban a cabo en las plazas
de Rabea al Adauiya y de Al Nahda, en El Cairo. Luego del intento policial de disolver las
acampadas los Hermanos Musulmanes instaron a sus simpatizantes a que saliesen a
protestar para repudiar la actuación policial. Los choques entre manifestantes
pro-Mursi (quien militara con los Hermanos Musulmanes antes de ser presidente)
y las fuerzas policiales convirtieron las calles de El Cairo y otras ciudades
egipcias en campos de batalla.
Según las
autoridades 21 comisarías y puestos policiales, además de sedes de las
gobernaciones provinciales, fueron asaltadas ayer por manifestantes. Incluso, siempre
según las fuentes oficiales, la Biblioteca de Alejandría (en el norte de
Egipto) sufrió un ataque armado.
En la
medida que se desarrollaban los hechos violentos el Consejo de Ministros
decretó el estado de emergencia durante un mes bajo el argumento del "peligro"
que se cierne sobre "la seguridad y el orden en los territorios del país". Desde 1981 hasta mayo de 2012 Egipto estuvo
bajo estado de emergencia, con la excusa de la lucha contra el terrorismo.
La
junta militar que gobernó a Egipto desde el derrocamiento de Hosni Mubarak
(1981-2011) hasta el ascenso al poder de Mohamed Mursi en junio del 2012 había
decidido no renovar el estado de emergencia. Además, las autoridades han impuesto el toque
de queda por tiempo indefinido desde las 7:00 p.m. hasta las 6:00 a.m. en 14 de
las 27 provincias, incluida la capital, El Cairo.
Pero, el Ejecutivo decidió
retrasar dos horas (para iniciar a las 9:00 p.m.) para que la población pueda
regresar a sus hogares tras las jornadas laborales.
El estado de emergencia ha sido "obligatorio"
ante la escalada de la violencia, justificó el primer ministro Hazem el
Beblaui. "El Estado tiene que hacerse respetar y debe impedir que los derechos
de los ciudadanos sean agredidos por otros", agregó.
Con la ayuda de excavadoras y vehículos
blindados, la policía irrumpió en la Plaza Rabea al Adauiya, donde destruyó las
tiendas de campaña y el escenario montado en la plaza, además de detener a
manifestantes en la zona.
Uno de los "damnificados" con los graves disturbios
de ayer es el vicepresidente de la Relaciones Internacionales, Mohamed el
Baradei, quien dimitió. En una misiva al presidente interino, Adli Mansur, explicó
El Baradei que renunciaba por no sentirse capaz de asumir la responsabilidad de
decisiones con las que no está de acuerdo y de las que teme sus consecuencias.
Iglesias
y cristianos: víctimas de la explosiva situación política y social
En el
sur del país fueron atacadas al menos siete iglesias, muchas de ellas
incendiadas. Las agresiones a los templos cristianos han sido motivo de mutua
acusación entre las autoridades y los Hermanos Musulmanes.
Mientras los medios de comunicación estatales
acusan a los seguidores del expresidente Mohamed Mursi de los ataques a los
templos cristianos, los Hermanos Musulmanes niegan responsabilidad sobre estos
hechos.
La agencia de noticias estatal
Mena señaló que los partidarios de Mursi han arrojado cócteles molotov contra
la iglesia de Mar Mina en la localidad de Minia, en el sur, lo que causó el
incendio del centro médico y de la farmacia del templo.
También irrumpieron,
según fuentes oficiales, en las iglesias de la Virgen y de San Pablo en la
localidad de Al Moaz, en la provincia de Minia, donde dispararon
indiscriminadamente contra los ciudadanos. Otra iglesia blanco de ataques fue
una en Sohag, también en el sur del país, que fue incendiada al recibir el
impacto de cócteles molotov.
En la ciudad meridional de Asiut, el templo de Al
Malak fue asaltado y un almacén dependiente de la iglesia y una biblioteca de
libros cristianos fueron incendiados. Cientos de personas también atacaron la
iglesia de Mar Girgis en Asiut, en la que irrumpieron, obligando a unas monjas
a huir por la azotea del templo, según la agencia de noticias estatal Mena.
La
mayoría de los ataques se registraron en el sur de Egipto, pero también hubo
uno en la península del Sinaí, donde fue incendiada la iglesia de Mar Girgis en
la ciudad de Al Araish. En su página web, los Hermanos Musulmanes, grupo al que
perteneció Mursi hasta que accedió a la presidencia, negó que sus seguidores
hayan atacado iglesias y achacó la responsabilidad de esos asaltos a
"baltaguiya" (matones).