Tulum, México.- Vestidas con el hipil que usan en su vida diaria, las mexicanas pusieron folclor al jugar son zapatos y con ropa autóctona, además de que ofrecieron resistencia a las caribeñas originales de Punta Cana, que aseguraron la victoria hasta la quinta entrada.
"Es más ágil de mi parte (no usar calzado); sin zapatos corro más rápido, con tenis se me dificulta y en chanclas es lo mismo", dijo a Efe Jerónima May, defensora de tercera base, con poco más de un año jugando con las Diablillas de Hodzonot y le tomó un poco de tiempo tomar la decisión.
La experiencia de May, una veloz jugadora de menos de metro y medio de estatura, que le robó una base a la receptora dominicana, fue una de las más humanas del encuentro.
"No es fácil (jugar) porque trabajo en el hogar. Manejo la apicultura con mi esposo, de ahí nos vamos a la milpa (policultivo) que trabajamos, voy a buscar a mi niño a la escuela y preparo la comida rápido porque 4:30 estoy en el campo entrenándome", señaló.
Las 14 mujeres que forman el equipo mexicano y otras tres en proceso de integración, practican el sóftbol en condiciones adversas como las de Jerónima May; combinan su pasión con el deporte con varias actividades productivas que les permiten salir adelante.
"Me va bien porque en cada partido salgo a demostrar lo que puedo hacer" dijo May al referirse al encuentro amistoso. Para llegar a la pequeña población rural de Hodzonot, ubicada a más de una hora de camino de Tulum, uno de los destinos turísticos más famosos de la Riviera Maya, hay que trasladarse a la comunidad de Cobá, donde se ubica una importante zona arqueológica y de ahí tomar caminos rurales.
Este sábado el encuentro transcurrió a más de 40 grados celsius de temperatura.