Las empresas transnacionales

John Cavanagh, director de investigación del Instituto de Estudios de Política Económica de Washington y Frederic F. Clairmonte, investigador francés, nos ofrecen los siguientes datos elocuentes sobre el tema.

" Treinta y siete mil sociedades transnacionales, con 170 mil filiales en el mundo, dominan la economía mundial. Cinco países ricos (Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania e Inglaterra) son dueños de 172 empresas que realizaron negocios por valor de casi 13 mil billones de dólares en 1982 (24% del Producto Nacional Bruto -P.N.B.- mundial) y 22 mil billones de dólares en 1992 (27% del P.N.B. mundial). Esas empresas, las dueñas del mundo, la gran clase dirigente internacional, es la gran partidaria de las privatizaciones y de las reformas del mercado."

Dichas empresas, nos dice Cavanagh, no son homogéneas, ni por sus estructuras financieras, ni por su tamaño y estrategias.

En efecto, en los Estados Unidos, el número de empresas transnacionales, clasificadas entre las 200 empresas más importantes del mundo bajó de 80 a 60 empresas, subiendo en Japón de 35 a 54 empresas en el período 1982-1992. (1) FREDERIC F. CLAIRMONTE ET JOHN CAVANNAGH. SOUS LES AILES DU CAPITALISME PLANETAIRE. LE MONDE DIPLOMATIQUE. PARIS. MARX 1994.



Las empresas transnacionales.

Las empresas francesas pasaron de 16 a 23, en Alemania de 17 a 21, en Inglaterra de 18 a 14 en el mismo período. De las 200 empresas, 10 de ellas, acapararon 35 mil billones de dólares de beneficios anuales, casi la mitad de los beneficios de las restantes 190 empresas, que obtuvieron 39 mil billones de dólares de beneficios.

Sectores que una vez fueron calificados de estratégicos, en terceros países, como la electricidad, gas, vías férreas, transporte aéreo, telecomunicaciones, bancos y compañías de seguros, son el blanco de nuevas inversiones, gracias a la difusión rápida de las nuevas tecnologías de la informática, con solo tocar un dedo de la computadora, como lo muestran los flujos financieros.

"En efecto, las transacciones cotidianas en los mercados de cambio pasaron de 290 billones de dólares en 1986 a 700 billones de dólares en 1990, para alcanzar 1,300 billones en 1994, por día". (1)

Nuevos territorios geográficos, económicos y tecnológicos, se abren. Con el mundo entero a sus pies, en un grupo de sectores industriales, (componentes electrónicos, equipos eléctricos, productos aeroespaciales, automóviles), las cinco principales empresas transnacionales dominan directamente el 50% de la producción industrial, formando un oligopolio mundial, infrenable, indetenible, incalculable, en función de dos estrategias: 1) reducir los costos de producción eliminando mano de obra o rebajando los salarios, en países ricos y pobres. 2) a través de las inversiones directas, las cuales progresaron en cuatro veces más rápido que la producción y tres veces más rápido que el comercio mundial, de 1983 a 1992, como lo refiere John Cavanagh."

Eso explica el gran desempleo de Estados Unidos y Europa. Ese es el costo social del nuevo modelo: producir más con menos salarios. Producir más con menos empleados. Que las acciones de la bolsa suban, con nuevos licenciamientos.

La lógica contradictoria de la economía mundial, impuesta desde fuera por las grandes compañías transnacionales, apenas comienza. Bajos salarios, mucho desempleo, endeudamiento internacional de pobres y ricos, amenaza vastas regiones subdesarrolladas, las cuales tienen pocos recursos y están obligadas a reaccionar con planes nacionales de desarrollo, integrados al mercado mundial, o perecen por inanición. Integrarnos es obligatorio. Pero, por favor, respetémonos un poco. Los países pequeños no decidimos nada o muy poco en todo este frenesí de las empresas transnacionales. Pero al menos, salvemos nuestra voz.