El secretario de Estado, John Kerry, expresó de forma privada su preocupación sobre el momento en el que se elegirá publicar el esperado informe del Congreso en el que se critican las torturas realizadas por la CIA en sus interrogatorios.
Estados Unidos.- Estas declaraciones tuvieron lugar en un momento en el que se especula con la inminente publicación del informe. La portavoz de Kerry, Jen Psaki, reconoció la existencia de una llamada a la senadora Dianne Feinstein, presidenta de la Comisión de Inteligencia, para solicitar que se tengan en cuenta cuestiones políticas internacionales a la hora de decidir cuándo hacerlo público. Sin embargo, Psaki subrayó en un comunicado que Kerry reitera su respaldo a la publicación de las conclusiones del informe y "deja claro que el momento --de la revelación-- es por supuesto su elección".
Momentos antes de este comunicado, varias fuentes con conocimiento de la llamada entre Psaki y Feinstein indicaron que Kerry mostró su preocupación por el hecho de que la publicación del informe, de unas 500 páginas, pueda complicar las cuestiones en política exterior más delicadas de las que se encarga el Departamento de Estado.
En concreto, una de estas fuentes ha explicado que una de las preocupaciones es que el Estado Islámico ejecute a los rehenes estadounidenses una vez se conozca el informe. en estos momentos se cree que estos milicianos retienen a tres estadounidenses, entre ellos una mujer.
Otra de las fuentes afirmó que Kerry explicó a Feinstein que la publicación podría complicar las relaciones de
Estados Unidos con algunos países de Oriente Próximo, con los que el Departamento de Estado colabora en su lucha contra el Estado Islámico en Irak y Siria, entre otros grupos.
Sin embargo, las fuentes aseguraron que durante la conversación telefónica Kerry no presionó de forma explícita a la senadora para que posponga la publicación del informe. Por el momento, no ha habido respuesta a esta información por parte de la oficina de Feinstein y se desconoce si finalmente optará por retrasarlo.
El informe, que ha sido realizado durante años, detalla las prácticas realizadas por la CIA en el programa lanzado por el expresidente George W.Bush tras los atentados del 11-S. Estas prácticas incluirían técnicas de interrogatorio condenadas por las organizaciones de Derechos Humanos al considerarlas tortura.
Entre ellas se encuentra el ahogo simulado o 'waterboarding' a algunos de los milicianos sospechosos. Estas prácticas fueron prohibidas por
Barack Obama cuando llegó al poder.
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