En
esos 14 triunfos el pitcheo ha permitido una o ninguna carrera en seis
encuentros. Solo en 10 de esos 14 partidos ha permitido cuatro o más carreras.
Los Dodgers se olvidaron de perder en la ruta: 14 triunfos al hilo fuera de Los Ángeles
lunes 05 de agosto de 2013, 05:59h
Los Gigantes de San Francisco, sus archirrivales desde los
lejanos años que compartían con los Yankees la ciudad de New York, fue el
último equipo que venció en condición de local a los Dodgers, en 6 de julio. El
sábado el equipo dirigido por Don Mattingly estableció récord de franquicia de
victorias seguidas como visitantes, con 13, y emularon la hazaña de los Tigres
de Detroit de 1984, último equipo antes de los Dodgers en ganar 14 partidos
corridos como visitantes.
El
receptor A. J. Ellis pegó un sencillo al jardín central en la segunda entrada
para remolcar a Hanley Ramírez, carrera que fue suficiente para que los Dodgers
de Los Ángeles vencieran por la mínima a los Cachorros de Chicago en su feudo, en el partido de ayer domingo.
Hace casi un mes que el equipo de Hanley
Ramírez, Yasiel Puig y Clayton Kershaw no conocer la palabra perder jugando en
la ruta. En estos días quien pudo ganar a los Dodgers tuvo que hacerlo en su
casa. Como anfitriones tienen de cuando en cuando la gentileza de perder, pero
como invitados tienen un mes imponiendo las reglas en casa ajena.
Aunque la seguidilla de victorias fuera de
casa es impresionante, no es la mejor en la historia de la Liga Nacional. Ese
récord lo tienen los Gigantes de Nueva York (desde 1958 en San Francisco) de
1916, cuando lograron 17 victorias consecutivas fuera de su hogar.
El domingo 7
de julio los Dodgers llegaron al noveno innings empatados a una carrera ante
los Gigantes. Y para evitar jugar entradas extras hicieron tres carreras en la
novena entrada al relevista Sergio Romo, hombre clave del equipo que ha ganado
dos de las últimas tres ediciones de la Serie Mundial. Así inicó la racha que sigue aumentando hasta una próxima derrota fuera del Dodgers Stadium.
Del lunes 8 al miércoles 10 de julio el equipo
azul barrió en Phoenix la serie contra los Diamondbacks. Los primeros dos
partidos terminaron 6-1, mientras el tercero finalizó 7-5, en 14 entradas. Los
Dodgers terminaron haciendo 19 carreras en dicha serie de tres partidos,
recibiendo solo siete anotaciones.
Jugando
en casa dividieron la serie de cuatro partidos con los Rockie de Colorado, del
jueves 11 al domingo 14 de julio. De
vuelta a la ruta el viernes 19 de julio, iniciaron una serie contra los
Nacionales en la capital estadounidense, sobre anotando a Washington 15
carreras por 5 en la serie de tres partidos.
En Toronto, del lunes 22 al miércoles 24 de
julio vencieron en los tres partidos a los Azulejos, que anotaron 17 carreras
en la serie, contra 32 de los Dodgers. Desde el jueves 1 de agosto hasta ayer,
domingo, les ganaron los cuatro partidos a los Cachorros en Chicago, anotando
el equipo angelino 16 carreras contra 6 de los Cubs, que fueron blanqueados en
los últimos dos partidos de la serie.
En
la racha de 14 victorias foráneas consecutivas los Dodgers de los Ángeles han
anotado 88 carreras y han permitido 36 carreras. Otra forma de decirlo es que
han anotado 6.28 carreras por partido en ese trecho, recibiendo 2.57 carreras
por partido. En esos 14 triunfos el
pitcheo ha permitido una o ninguna carrera en seis encuentros. Solo en 10 de
esos 14 partidos ha permitido cuatro o más carreras.
En medio de esa larga racha de victorias
externas ganaron seis de los 10 partidos jugados en Los Ángeles. En total, los
Dodgers tienen récord de 20 ganados y cuatro derrotas desde el 7 de julio. Al
final de ese día tenían récord de 42 victorias y 45 derrotas, viendo los
playoffs como una quimera. Hoy, lunes 5 de agosto, tiene récord de 60 victorias
y 49 derrotas, ocupando el primer lugar de la División Oeste de la Liga
Nacional.
Lo que parecía otro año
perdido un mes después parece un buen año para competir en serio por la lucha
para llegar a la Serie Mundial, terreno desconocido para los Dodgers desde
1988, cuando ganaron su sexta y última Serie Mundial del brazo de Orel
Hershisher y el entusiasmo contagioso de Tom Lasorda.