Distinguido Señor Director:
Con gran estupor, he visto la
noticia que a grandes titulares y haciendo alusión a mis actuales funciones de
Cónsul, se ha publicado el dia 3 de noviembre en el periódico El Nacional y el dia 4 de noviembre en el
periódico hoy, periódicos estos con gran credibilidad de la opinión pública
nacional y que son dirigidos por distinguidos profesionales del periodismo.
Publicar, sin embargo, una
noticia de esa índole involucrando a una persona que tiene, como yo, una hoja
limpia de servicio al país y una imagen de respeto ganada con mis actuaciones a
través de toda una vida, no me parece ni justo ni ético.
No me parece ético que un
periodista tome una noticia de una fuente interesada como lo es el abogado que
me está acusando y la haga aparecer como
si la fuente que la diera fuera la propia
Fiscalía, como tampoco me
parece justo que esa noticia se presente
haciendo sobretodo hincapié y dando el mayor realce a las funciones consulares que en la actualidad ejerzo
cuando de lo que trata la noticia es de algo que sucedió 32 años atrás,
donde no tengo ningún tipo de responsabilidad ni como persona ni mucho menos
como Cónsul. Y lo peor de todo es que esto se hace sin hacer siquiera el mas
minimo esfuerzo por oir mi version del asunto.
Porque, ademas, de lo que se
trata aqui es de una vulgar extorsion que esas personas, Padre e Hijo, me están
haciendo acusándome de falsificar 2 contratos de venta que mi esposo, José Francisco Tapia Cunillera suscribió con la esposa de José Daniel Ariza Cabral,
Sra. Carmen Ondina Duran, y que fue avalada con la firma de este como consorte de la Sra. Duran, hace ya mas
de 30 años. Contratos estos debidamente notarizados, pagados los impuestos y depositados, en vida de mi esposo, en el
Tribunal de Tierras y como consecuencia
de esa compra que se hizo la compañia
Pozos y Filtrantes, C. por
A., (de la cual mi esposo era el Presidente y yo la Vicepresidente), pasó a ser
la legítima propietaria de esos terrenos con títulos que lo avalan y que fueron
emitidos por el Honorable Tribunal de
Tierras en los años 80, y en donde funciono esa Compañía durante muchos años,
en vida de mi esposo y aun mucho después de su muerte.
La sociedad dominicana esta
viendo con mucha preocupacion este tipo de estafa y de extorsion que abogados
inescrupulosos han tomado como método para enriquecerse y que esta perjudicando
a mucha gente que esta siendo objeto de estas demandas. En esta ocasion la victima he sido yo, mi hija, quien en los años 80 era casi una
niña, y su esposo, a quien vino a conocer mucho tiempo después y que para la época estaba estudiando en los Estados Unidos.
Lo inexplicable es que se le haya dado curso en la justicia a una
demanda que según las leyes de nuestro país debió perimir a los 10 años y esta se hace 32 años después cuando los
principales actores, el comprador José Fco.Tapia y la vendedora Carmen Duran de
Ariza, han fallecido hace tiempo.
Le anexo, Sr. Director, una
nota aclaratoria ampliando los detalles
de esta situación esperando que le pueda ser
de ayuda para la debida comprensión y conocimiento del caso que nos
ocupa.
Con sentimientos de
consideracion y respeto, le saluda
Natacha Sánchez