Sí asistió el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, quien en la víspera condujo junto a representantes del Parlamento otra reunión que fracasó por la insistencia de los movilizados en que las elecciones se efectúen el 6 de septiembre, como estaba antes previsto, y no el 18 de octubre, nueva fecha que definió el organismo electoral.
"La propuesta ha sido clara y concreta, elecciones el 6 de septiembre, cualquier cosa que pase va a ser de entera responsabilidad del Tribunal Electoral y la Asamblea Legislativa", advirtió el minero Juan Carlos Huarachi, el máximo representante de la Central Obrera Boliviana (COB).
Esa entidad y el llamado Pacto de Unidad, que agrupa a sindicatos de campesinos e indígenas afines al MAS, son las promotoras de los bloqueos, a los que se culpa de obstaculizar el suministro de productos médicos como oxígeno medicinal para los hospitales.
Por su parte, Áñez sostuvo que el aplazamiento "no ha sido capricho de nadie" y fue "una necesidad" frente a la pandemia. La presidenta transitoria reiteró que no tiene la intención de prorrogar su mandato y aseguró que respeta la nueva fecha y que su Gobierno dará las condiciones para que los comicios se efectúen ese día.
Su candidatura fue cuestionada por representantes políticos que acudieron al diálogo, quienes también criticaron los bloqueos y expresaron un respaldo mayoritario a que las elecciones se efectúen en octubre. La única conclusión fue la creación de una comisión que busque dialogar con los sectores en conflicto, tras la reunión a la que entre otros acudieron también representantes de Naciones Unidas, la Unión Europea y la Iglesia católica.
El ministro interino de la Presidencia, Yerko Núñez, consideró que los diálogos sin resultados "evidencian que el propósito de las movilizaciones era otro y no el de definir la fecha de elecciones". "Denunciamos ante el pueblo boliviano y la comunidad internacional la falta de honestidad de los dirigentes que están propiciando estas medidas inhumanas y criminales", aseveró. Núñez reiteró que al menos una treintena de personas han fallecido por falta de oxígeno y advirtió de que peligra "la vida de otros 300 bolivianos" si en las próximas horas no hay una solución.
Tensión por enfrentamientos entre civiles
Esta tarde hora local había tensión en puntos de Cochabamba, mientras que la Policía tuvo que intervenir el sábado en la localidad cruceña de Samaipata para frenar un enfrentamiento entre pobladores y movilizados, con el resultado de 49 personas detenidas.
La Defensoría del Pueblo ha exhortado a que se continúe con el diálogo iniciado y ha pedido evitar la violencia para "no deslegitimar el derecho a la protesta pacífica". Los movilizados aseguran que están permitiendo el paso de los camiones con oxígeno e insumos médicos, frente a denuncias de las autoridades de que no es así. Las elecciones ya se habían pospuesto de mayo a septiembre por la emergencia sanitaria en el país por el coronavirus, que acumula 3.687 fallecidos y 89.055 casos de la Covid -19, según datos oficiales.
Los comicios generales están pendientes desde la anulación de los de octubre de 2019 entre denuncias de fraude, aún bajo investigación judicial, a favor del entonces presidente Evo Morales, que había sido declarado vencedor pero anunció su renuncia denunciando que era presionado por un supuesto golpe de Estado para negarle su triunfo y obligarlo a dejar el poder tras casi catorce años.