El Vestidor: un momento estelar en la escena criolla

Generalizar es muy peligroso, en este caso en particular, cuando usted dice que, y cito: “uno de los selectos productores de aquí que paga derechos autorales”, inmediatamente está agrupando a una mayoría que según usted, no lo hace, esta afirmación pone en entredicho, no tan solo a la clase teatral, pero también a los productores, teatros institucionales y privados que permiten esto, a la Dirección General de Cultura, que en todo caso, si como usted insinúa, no pagar derechos y plagiar es la norma, esta institución, casa magna de la cultura del país, ha debido tomar cartas en el asunto desde sus inicios. Como trabajadora del teatro que fui y que he sido desde mi infancia, aun no estando activa en mi profesión, he podido ser testigo y parte de diferentes movimientos teatrales y a lo largo de mi experiencia he vista la tremenda labor realizada por la clase teatral dominicana, por alrededor de 4 décadas, donde abunda el talento, las tendencias, los estilos, y la preparación intelectual de artistas dominicanos que vienen de diferentes y reconocidas escuelas del mundo occidental. El teatro dominicano y la clase teatral en general, ha sobrevivido etapas muy difíciles y gobiernos muy peligrosos. A cada cual le asiste el derecho de hacer o trabajar en el estilo o movimiento teatral en el que cree, esto no desmerita su talento, en asunto de ideología igualmente problema de cada cual de cómo quiere pasar a la historia. No es por falta de talento bueno que una obra se hace o se deja de hacer, cientos de obras importantes de la literatura universal han sido presentadas a todos los niveles por todas partes del mundo, así como obras de calidad cuestionable han sido presentadas por talentosos artistas por todas partes del mundo. Hoy día y desde la distancia veo como las puestas en escena de república dominicana, gracias a la tecnología y la globalización acapara la atención de personas en diferentes partes del mundo, al mismo tiempo, admiro como muchos de nuestros compañeros se destacan en tierras extranjeras y son, en su mayoría, reconocidos por su talento y su labor. Conozco de compañeros artistas que pusieron en riesgo su vida presentando obras que atacaban movimientos dictatoriales, gente de gran talento y aún de mayor compromiso ideológico, varios de esos mismos artistas también trabajaron lo clásico, contemporáneo, popular y el mal llamado “Teatro Comercial”. Algunos murieron sin ser reconocidos, otros viven y merecen ese respeto que se han ganado por su gran talento y entrega. No he tenido el gusto de conocer a este artista/productor, pero me parece muy bien que se reconozca su talento actoral y su honestidad como productor que hace las cosas correctamente, como debería hacer todo el mundo. Con lo que no estoy de acuerdo es con la generalización, ni con esa mala costumbre de que, para alagar, reconocer o alabar el talento de unos, haya que hablar mar de los demás y meter a todos en el mismo saco. Creo que es más honesto decir el listado del “selecto grupo de productores que si pagan y no hacen plagio de las obras” y denunciar aquellos que no lo hacen, considero que como escritora o periodista que escribe en un medio de comunicación si usted sabe quiénes son esos productores irresponsables y no lo dice, es tan irresponsable como ellos que incumplen con una ley que existe desde la década del 1970, un tratado internacional de derecho de autor del cual la República Dominica es parte desde sus inicios. Estas cosas que se escriben y se publican en las redes, tienen una repercusión internacional. Por estimular a unos y rechazar o denigrar a otros, puede repercutir en la reputación de toda una nación. Aprovecho para felicitar a mis compañeros y amigos del teatro dominicano, quienes están dando muestra de constancia, perseverancia, dedicación y talento. Gracias a la labor de la producción independiente, labor de mucha gente, siempre tenemos un espectáculo teatral en cartelera. Ha crecido tanto que hoy en día contamos con el trabajo de artistas y productores de otras naciones que se han radicado en nuestro país. He escuchado escuchado decir que trabajando juntos se construye una mejor nación. Por último, quisiera decirle que a pesar del malestar que me genera su escrito por la forma en la que usted, en sentido general se refiere a los teatristas y productores dominicanos, aun así, me gustaría conocer más sobre sus escritos, he estado buscando y no encuentro más que esa foto que está en su perfil de fb, la original es la imagen de Margarita Ruiz de Lihory Resino Baronesa de Alcalalí. Digna M. Alvarado Dominicana, Actriz, Periodista, y madre