Con el anuncio de que los partidarios de Hipólito Mejía y Luis Abinader renuncian del PRD y pasan a formar parte de la Alianza Social Dominicana, organización política que se llamará Partido Revolucionario Mayoritario (PRM), se hace efectiva la división del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), hecho político esperado desde hace algún tiempo.
Santo Domingo.-.
Desde las últimas elecciones presidenciales de 2012 el PRD ha estado prácticamente escindido entre los partidarios del presidente del partido, Miguel Vargas, y los de Hipólito Mejía, presidente de la República de 2000 a 2004 y candidato presidencial en 2012.
Mejía y sus partidarios acusan a Vargas de no haber apoyado al candidato presidencial de su partido para favorecer a Danilo Medina, candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y actual presidente de la República.
También le acusan de mantener el control del partido gracias al apoyo del gobierno y del Tribunal Superior Electoral.
Vargas argumenta que quienes han abandonado el PRD siempre han fracasado, vaticinando la derrota política de los disidentes.
Hipólito Mejía y sus seguidores hacen valer los resultados de diferentes encuestas según las cuales la mayor parte de los miembros y simpatizantes del PRD les respaldarían.
La división perredeista crea una nueva situación política cuyos resultados son todavía imprevisibles.
Vargas apuesta a su consolidación en la dirección del PRD gracias a su capacidad de asignar candidaturas a los dirigentes de ese partido para las elecciones generales, presidenciales, congresuales y municipales, de 2016.
Mejía y Abinader, que se disputan el liderazgo del naciente Partido Revolucionario Mayoritario, han orientado su estrategia en torno a la creación de la Convergencia por un mejor país, una coalición de diversas fuerzas políticas bajo su conducción.
En todo caso, los resultados están por verse. Se debe recordar que históricamente no todas las disidencias del PRD han fracasado. La prueba es el propio Partido de la Liberación Dominicana (PLD), fundado en 1973 por Juan Bosch, entonces líder del PRD.
Veintitrés años más tarde, en 1996, el PLD ganó la presidencia de la República con el apoyo del entonces presidente Joaquín Balaguer, para terminar convirtiéndose en el partido hegemónico de la política dominicana.
Se debe recordar también que en las elecciones presidenciales de 1990 el PRD concurrió dividido, afectando este hecho sus posibilidades electorales. El líder del partido, José Francisco Peña Gómez, quedó en tercer lugar, mientras Jacobo Majluta, ex vicepresidente de la República perredeista que había creado para esas elecciones el Partido Revolucionario Institucional (PRI), arribó en cuarto lugar.
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