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Tiro al blanco
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Tiro al blanco (Foto: Fuente externa)

Del exabrupto totalitario a la mentira democrática…

Por Alfonso M. Becker
“Las mentiras y promesas que hacen los poderosos del establishment se reconocen por la sonrisa, el abrazo, la mano en el pecho, el achuchón y la reverencia… mienten más que mean...” John Arbuthnot


Quizás la más esclarecedora cualidad que conserva el antiquísimo arte de la mentira política sea su pertinencia… Dejando a un lado los aberrantes ocho años de la presidencia de Barack Obama, con su pertinente teatro de las falsedades, podemos atrevernos a “pontificar” que el infame subtítulo de la cabecera del rotativo papelero-digital The Washington Post, más se parece a un folleto promocional y propagandístico del Democratic Party que a una prensa libre de una república liberal como la estadounidense: “Democracy dies in darkness”... Curioso opúsculo orquestado, adrede, para que un corrupto y mafioso aparato de poder, absolutamente autoritario y antidemocrático, resurja de sus cenizas pero no como el ave fénix sino como un asqueroso cuervo que apenas puede salir del fango.

El corporativismo deja de ser doctrinario en lo político y en lo social cuando los empresarios de la infamia abandonan la honorable “neutralidad” y ponen los mass-media en contra de los intereses de la nación americana con el único objeto de defender a una casta que es la propietaria de los tres o cuatro periódicos más poderosos de los Estados Unidos. Una auténtica mafia, peligrosa en extremo, que se niega no solo a la alternancia de poder, sino a reconocer el resultado de las urnas en unas elecciones libres. Así que, a mi juicio, el diario washingtoniano debería mantener una cierta distancia de seguridad, y sobre todo de cierto decoro, con The New York Times porque está ensuciando sus páginas… O quizás debería optar por un subtítulo más adecuado a las circunstancias actuales de una “geopolítica local” que está haciendo mucho más daño a los Estados Unidos que el que pudiera hacer el autócrata presidente de los rusos con todos sus oligarcas siberianos detrás…

No… señores de The Washington Post, la democracia no muere en la oscuridad, ni siquiera muere cuando la “oscura prensa” capitalina de una república se convierte en el panfleto del crimen organizado. La democracia es capaz de sobrevivir a una prensa podrida sencillamente porque el poder político ejercido por los ciudadanos, gobierna no solo bajo el sol, sino que es, además, el faro de la libertad que señala el camino en todas las oscuras noches de niebla orquestadas por la maldad y la vileza de unos medios propagandísticos que, con descrédito, mentira y deshonra, hace mucho tiempo que dejaron de ser prensa para formar parte de una suerte de dictadura estadounidense en las sombras que ha quedado con el culo al aire y con sus periódicos absolutamente desacreditados...

Tenía razón el filósofo florentino, Niccolò Machiavelli, cuando como hombre de Estado y sin maldad manifiesta, retrató a la casta dominante como una peligrosa “sombra” para el Príncipe, una perversa ascendencia o linaje que no tendrá inconveniente alguno en destituir o aniquilar al Príncipe cuando se le antoje… El peligro para la república no es Donald Trump, sino un clan perverso incrustado en el aparato de poder estadounidense que es capaz de ejercer todo su abanico del mal, de una sola vez, contra el presidente de los Estados Unidos… Ni siquiera han adquirido estos mafiosos de la política americana la buena costumbre de aceptar la derrota y -en todo caso- patalear con cierta gracia y carga satírica sin llenarse de mierda hasta el cogote…

Un servidor de ustedes, como todo polímata que se precie, ha sido siempre un notable defensor de las causas perdidas… Eso me ha ocurrido desde joven y confieso que encuentro cierto placer en fustigar a los ignorantes, tengan los títulos que tengan, y cuanto más poderosos son, más disfruto dejándolos en ridículo. Es por eso que cuando el mundo entero se “unió” contra Donald Trump me dije: Es curioso… no hay nada ahora en este planeta más interesante y quijotesco que coger la espada y arremeter, a muerte, contra todo este rebaño que ataca al único hombre del pueblo que está diciendo la verdad sin grandes adornos poéticos… ya que toda la poesía se encuentra, como diría Alexander Pope, en su propia presencia… La propia presencia del presidente elegido por los estadounidenses ¡ y no por los rusos !. Así que… a muerte contra estos cabrones de la política que como bien observaron los astrónomos holandeses más brillantes del siglo XVIII, no solo carecen de “estrella” para el gran espectáculo de la gobernanza, sino que carecen hasta de la exquisitez necesaria para entender, o reconocer al menos, las bases fisiológicas de la mentira política como alimento imprescindible para la chusma...

En la filosofía que emana de los estudiosos y eruditos sobre la naturaleza humana del siglo XVIII en la pérfida Albion, se explica claramente la necesidad de engañar al pueblo por su propio bien… Estamos hablando de esa Inglaterra que tanto odiaba el notable “hijoputa” de origen español que fue Augustin Louis Marie de Ximénès… Ese poeta y dramaturgo francés era el vivo retrato del musulmán de hoy en geopolítica: no se puede ocultar el odio desmedido hacia los Estados Unidos y su guerra de terrorismo religioso contra el “gran Satán”… De la misma forma que un supuesto artista de la literatura francesa solo soñaba con la destrucción de Inglaterra…

Si Nicolás Maquiavelo decía que un gobernante no debe tener otro objetivo ni otra preocupación, ni debe considerar como suya otra misión que la de la guerra, el estratega jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon, advierte -como el filósofo florentino- que Donald Trump ya está “atrincherado” como los héroes del Álamo pero en el Despacho Oval y no habrá fuerza mediática en este mundo que lo “descabalgue” del poder concedido por el pueblo americano… Ha sido todo tan inquietante en la república estadounidense que hasta resulta pintoresco que dos periódicos, los más poderosos del país, hayan optado por el suicidio político ante un pueblo estadounidense que a partir de ahora buscará en un comic o en el Playboy lo que es imposible de encontrar, de calidad política y literaria, en una prensa corrupta que ha destruido uno de los más bellos oficios. Bien es cierto que en decadencia durante los últimos 60 años...

Para bien o para mal, ahora tendrán que “tragar” con Donald Trump. Van a tener que “digerirlo” tanto los enemigos interiores como los de fuera… Uno de los más grandes “cerebros” que detecto, claramente, en la Casa Blanca es sin lugar a dudas Steve Bannon. Ahora van a saber ustedes lo que es la sociedad del espectáculo en Washington. Ahora van a saber los moros y persas quién es el verdadero Satanás como padre de la mentira. La mentira como arma de guerra que no se ocupa tanto de los fundamentos fisiológicos o espirituales del disimulo sino en matar al enemigo… Satanás no necesita esconderse cuando tiene el poder y la espada. Ahora Satanás es el efecto político y diplomático…

Desde la República de Platón hasta los Discursos sobre la primera década de Tito Livio de Nicolás Maquiavelo, se oculta la verdad por el bien del pueblo, por el bien de los Estados Unidos, por el progreso de la civilización judeocristiana ante el feroz ataque del terrorismo mahometano, por la victoria en una guerra inevitable contra los que quieren destruir la América de Donald Trump…

Disraeli pensaba que solo el gentleman sabe -por su propia condición y educación- cuando conviene decir la verdad y cuando callarla o disfrazarla… Serán ustedes testigos de exabruptos de apariencia totalitaria desde una democracia tan grande y hermosa como la estadounidense. O de una mentira democrática para deleite de adventistas del séptimo día...

De Rusia, de Siria de Irán y de todo el Oriente Medio, no espere el lector otra cosa que mentiras y falsedades “saludables” para tiempos de guerra… Es el tiempo en el que la mentira está en su elemento natural… Con respecto a las opiniones en contra de Donald Trump, en todo el planeta, no caiga usted en la trampa… Ese gran genio que es Steve Bannon, sabe cuando una mentira política se contrarresta mejor con una verdad o con otra mentira más grande… Considerando la amplitud de la matanza de terrorista mahometanos, moros y persas, es una tradición histórica mentir como miente el puto enemigo… no tiene otro nombre ni otro apellido… tampoco tiene poesia heroica y es suficiente con saber que la mejor manera de destruir, por ejemplo, una mentira rusa es oponerle otra mentira americana más absurda...

No debería descartar el lector inteligente que Washington podría estar preparando la “Estrategia del loco” para que los majaderos del Islam aprendan, de una puñetera vez, quién es el que sabe jugar mejor a la guerra… No deberían olvidar los buenos musulmanes algo muy importante en tiempos de guerra: se necesita un loco para destruir por completo un país, reducirlo a escombros y se acabó el problema… Tampoco deberían olvidar que en eso consiste la guerra… Occidente tiene su propia “yihad” con la peculiaridad bélica de que nunca hace la guerra en nombre de ningún Dios...

Donald Trump estará encantado de pasar a la historia como el “Gran Satán” , padre de todas las mentiras, mentiroso e hijo de puta desde el origen de los tiempos, lo que demostraría que, ciertamente, la mentira es tan antigua como el origen de la humanidad y que la primera vez que el Demonio la utilizó, surgió como mentira política y diplomática para socavar la autoridad de tantos dioses inútiles y robarles la mitad de los Santos del Cielo… Dios mío… estoy pensando en el Partido Demócrata...

Bueno, esto es todo… Se necesita engañar al enemigo hasta que llegue la hora de destruirlo por completo. Y créanme… Donald Trump destruirá a los persas.

Este presidente estadounidense, tan vilipendiado por los infames, es el único que tiene el monopolio de la verdad...

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