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Un cóctel muy distinguido con acento francés. 

"Delirio" una exquisita combinación de postres y panes

Por Diario Hispaniola
miércoles 03 de julio de 2013, 15:42h
  • Ana Amelia Barretto, Nelly Azar y Javier Martinez

    Ana Amelia Barretto, Nelly Azar y Javier Martinez
    Fuente externa


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  • Janelle Arenas, Stephen Tiernay y Paula Lama

    Janelle Arenas, Stephen Tiernay y Paula Lama
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  • Claire Machado y Jasmin Abu Naba

    Claire Machado y Jasmin Abu Naba'a
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La buena cocina siempre ha estado de moda. Nelly Azar lo sabe muy bien. Su preparación académica consta de varios diplomados, laboró de la mano del chef Miguel Ángel Quezada, quien fuera discípulo del  aclamado Alain Ducasse, además de ser egresada de Le Cordon Bleu, la escuela de Gastronomía Francesa más popular del mundo. El "love story" por los platos, se remonta a su infancia. Sus creaciones, aparte de ser un espectáculo visual, le hacen la boca agua a cualquiera. Un banquete que deja satisfechos a los paladares más exigentes. Estos factores,  como si fueran los ingredientes de una receta perfecta, conspiran entre sí,  para dar origen a Delirio.

"Mi principal inspiración cuando preparo un plato, es agradar a los demás con cariño y amor", expresó Nelly Azar, al darles la bienvenida a los invitados, y luego agregó,  "me da satisfacción elaborar los dulces por los que uno siente delirio".  Por esta razón, el nuevo establecimiento está especializado en pastelería y postres franceses, y una variedad de panes artesanales, con todo el encanto de lo hecho en casa y acabado de sacar del horno.  Los amantes de los postres dominicanos,  serán seducidos con ese inigualable sabor de lo nuestro, masa y suspiro tradicional, sin olvidar los icónicos cheesecakes y cupcakes, deliciosos representantes de la cultura americana.  

Los presentes pudieron apreciar las hermosas instalaciones de Delirio, donde además  se ofrecen caterings para eventos y clases de cocina, en una velada inspirada en las crónicas de María Antonieta, cuya pasión por los bizcochos era una leyenda, que se trasmitió de boca en boca.

El cóctel transcurrió en un ambiente muy distinguido, entre canapés y una exquisita variedad de postres, porque al igual como rezaba la original invitación, escrita a mano, a veces la pasión no obedece a la razón ni a la propia voluntad; y ese estado delirante puede hacerte, dulcemente, perder la cabeza.
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