Margarita Medina : Una referencia en la artesanía dominicana

Conocemos desde hace varios años a Margarita Medina, una mujer batalladora, enfocada siempre en crecer, pero sin perder de vista la parte humana, pues se proyecta como una líder humilde, siempre dispuesta a apoyar a los demás.

Al preguntarle si siempre tuvo vocación hacia las manualidades nos dice que desde pequeña le inculcaron en su hogar que se puede reciclar para dar mejor provecho a los artículos que poseemos.

Margarita nos cuenta que luego de enfermar su hija se vio obligada a suspender el ejercicio de su carrera profesional, de Licenciada en Contabilidad y permanecer en el hogar para cuidar de ella. “Así comencé en el área de lavado a hacer pequeñas cosas que mis jefes, amigos, compañeros de trabajo y familiares me pedían para apoyarme en mi situación.

Quisimos saber más y le preguntamos cómo fue evolucionando…

Nos dice… “Trabajando para ser una empresa creativa de manifestaciones artesanales a través de ideas innovadoras, con manos que hacen aportes a la economía del país, con respeto al entorno, ofreciendo una experiencia que haga la vida más feliz con buenos recuerdos.

Medina añade: Comenzamos colocando a todas las piezas tarjetas con mensajes sensibilizadores y escritos que documentan o informan acerca de las imágenes que pintamos, contribuyendo así a aumentar el acerbo cultural de quien adquiera nuestras piezas.”

Y concluye: “El mismo taller nos fue obligando a adoptar cambios, buscar colaboradores, innovar, colocar horarios, etc.Hemos adoptado una forma de empaque que nos identifica, con fundas pintadas con el mismo motivo de la pieza.

Ya cumplimos los 20 años en el negocio y nos sentimos muy orgullosos de los logros alcanzados”.

A la pregunta de cuántos artesanos trabajan para ella nos dice que tiene 10. Es una pyme en franco crecimiento.

Nos explicó además que tienen un mercado cautivo muy importante que es el empresarial, pues ofrecen souvenirs personalizados para regalar, además de que muchos de sus artículos son manejables para llevar en el equipaje cuando se trata del turista que los compra. “Nos ocupamos de vender desde el más sencillo souvenir hasta sofisticados trabajos que en muchos casos son encargados, pues conocen de nosotros y de nuestra calidad.”

Al preguntarle si tenía algún familiar con el síndrome de Down porque siempre han apoyado a ese grupo, nos dice… “Es un baño de gozo trabajar con estos jóvenes.” Y continúa: “No tenemos ningún familiar con esta condición, pero nos identificamos mucho con ellos, porque son seres espontáneos, amorosos y muy sensibles a las cosas bellas.”

Le preguntamos si tenía en su equipo de trabajo a sus hijos y nos dice: “ Alicia, mi hija, estudió Diseño de Interiores y hoy nos colabora en el taller. También Juan José mi hijo, quien es un profesional en Publicidad y nos ayuda, al igual que mi esposo que contribuye con lo que es impresos y gráficos, sin ellos descuidar sus otras obligaciones. Nos hemos convertido en una pequeña empresa familiar.”


Esa es Margarita Medina… Una artesana que ha tenido mucho camino recorrido, con muchos valores espirituales y con una imagen de mujer de trabajo que sabe interpretar a sus clientes.