Esta fue realizada por el director Sam Mendes, quien hizo una excelente adaptación de la misma para el cine. La trama se basa en la historia de un joven matrimonio Frank y April Wheeler, interpretada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, quienes se mudan a los suburbios de Conneticut y es en ese instante que comienzan a preguntarse qué sentido tiene su vida, no desean una existencia monótona como la que se vive en esa calle “Revolutionary”, donde todo se parece.
Piensan que son diferentes ya que desde que se conocieron tenían grandes sueños, April con sus ilusiones de actriz proyectadas a través de Frank, quien la veía como única, no querían ser como el común de los mortales, le temían a la rutina, a lo cotidiano, a las conversaciones banales, a las costumbres, a lo establecido.
Comienza para ambos una búsqueda existencial, ella le propone a Frank abandonarlo todo e irse a vivir a Paris, esto significa dejar sus amigos, familia, trabajo, en busca de un sueño. El sintiéndose culpable de no poder complacerla en tener una vida diferente, le dice que sí, aunque en su interior sabe que esto es imposible. No es casualidad que Sam Mendes, eligiera esta novela de Yates. Ambos son radiólogos del alma humana, el director se sumerge en la profunda psiquis de la pareja, llevándolos de la pasión a la ira, de la normalidad a la locura y dejando al descubierto las miserias y egoísmos de seres que antes de ser amantes, son entes.
Un personaje vital tanto en el libro como en la película es John Givings, interpretado por el actor Michael Shannon, éste personifica al hijo de una vecina de los Wheeler, quien es un joven que permanece en una institución para personas especiales y los fines de semana le permiten visitar a sus padres; la madre de Givings, le pide a la pareja que inviten a su hijo a compartir con ellos, estos acceden, y es en una de las invitaciones que Givings los hace sentir incómodos, al hacerles preguntas sobre la decisión de irse a Paris.
Esta tesis que se siente tanto en la novela como en la película, es en parte lo que el filósofo Michael Foucault, quiso defender en varias de sus teorías que aquel que llamamos “loco”, en este caso Givings, es el portador de la verdad por lo tanto esta verdad, no nos conviene y hay que encerrarlo.
Es una película que recomendamos de igual manera también la lectura de la novela, puesto que ambas son un retrato de la vida moderna. Ingrid Grullón
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