Santo Domingo.- "Esta es una
acción que no se debe dejar pasar por alto, pues bajo ningún argumento se
justifica que grupos con intereses pecuniarios definidos pongan en peligro la
vida de estudiantes y profesores, en defensa de un supuesto derecho que alegan
les pertenece", proclamó Amarante Baret.
Dijo que apoya en
todas sus partes el anuncio del procurador general de la República, Francisco
Domínguez Brito, quien dio garantías de que procesará judicialmente a esos
choferes del transporte público que interceptaron en la autopista Las Américas
el autobús lleno de estudiantes y amenazaron con incendiarlo en represalia porque
el colegio donde estudian no utilizó sus servicios para transportar a los
niños.
"La acción de
nuestras autoridades no debe detenerse en el sometimiento judicial anunciado
por el procurador Domínguez Brito; sobre estos desaprensivos debe debe recaer todo
el peso de la ley. Deben ser condenados en ejemplarmente", expresó el
funcionario.
El ministro de
Educación proclamó que nadie ni ningún interés particular tiene el derecho de
poner en peligro la integridad física o emocional de ningún miembro del sistema
educativo nacional, sean estos docentes, estudiantes, personal administrativo o
de conserjería.
"Esa acción es
una afrenta que nos pone a prueba como ciudadanos" -agregó- "y por tanto
tenemos la obligación a actuar rápida y enérgicamente".
Amarante Baret se
mostró alarmado por la acción de los choferes pertenecientes a un sindicato de
transporte que aterrorizaron a los
estudiantes y profesores del Colegio Evangélico Episcopal de Boca Chica, en
represalia porque el centro no utilizó sus servicios para su traslado a la
Capital a la Feria Internacional del Libro.
Los choferes
cruzaron tres minibuses en la intersección de la calle por la que el autobús
arrendado por el colegio y amenazaron a estudiantes y profesores que los
acompañaban con quemar el vehículo con ellos adentro porque el centro utilizó
los servicios de una compañía privada y no a ellos.
El suceso ocurrió
próximo al destacamento de la Autoridad Metropolitana del Tránsito (AMET), en
el kilómetro 25 de la Autopista Las Américas, sin que ninguno de los agresores
fuera apresado.