Una activista de Greenpeace realizó una protesta en Madrid, demandando "justicia climática" antes de la COP30 en Brasil. Exigen acciones urgentes contra el cambio climático, como el fin del uso de combustibles fósiles y un plan para detener la deforestación. La COP30 es vista como una oportunidad clave para avanzar en estos objetivos.
Madrid.- Una activista de Greenpeace ha recorrido una cinta suspendida a 30 metros de altura en pleno centro de Madrid, junto con una pancarta con la inscripción 'El planeta, en la cuerda floja', para demandar "justicia climática" a las puertas del inicio de la Cumbre del Clima (COP30), que arranca en Brasil.
Con esta acción inédita, Greenpeace busca advertir que la COP30 es "una oportunidad única" para frenar el cambio climático, por lo que exige a los gobiernos reunidos en Brasil "fechas para el fin del uso del carbón, gas y petróleo, nuevos impuestos a la industria fósil y un plan para acabar con la deforestación antes de 2030".
"Aunque el planeta se encuentra en un frágil equilibrio ecológico y se acumulan las señales de alerta en forma de danas, inundaciones, olas de calor y otros fenómenos extremos, tenemos las herramientas necesarias para evitar los peores escenarios", señaló la directora ejecutiva de Greenpeace España-Portugal, Eva Saldaña.
Saldaña, que estará presente en la COP30, insistió en que "solo hace falta voluntad política y cooperación internacional para anteponer la protección de la vida a los intereses económicos particulares", por lo que "la COP30 es una oportunidad clave para detener esta crisis ecológica global de forma valiente".
Desde la organización ecologista destacan en un comunicado que la 30ª Conferencia de las Partes del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará hasta el 21 de noviembre de 2025 en Belém, en el corazón de la Amazonía brasileña, llega "en un momento crítico para la acción climática mundial".
En este sentido recuerdan que, 10 años después de la aprobación del Acuerdo de París, por el que los países se comprometían a evitar que el calentamiento global superase 1,5 ºC, es "la primera COP desde que las temperaturas medias globales superaron ese límite físico en 2024, un indicador alarmante de la aceleración de la crisis climática".
"El mundo se encuentra en mitad de lo que la comunidad científica ha llamado una década decisiva frente a la emergencia climática. Es urgente que los líderes mundiales mejoren los planes climáticos presentados en la COP30 de Belém", reiteran desde Greenpeace, alertando también sobre los compromisos actuales.
De esta manera, aseguran que, incluso aunque se cumplieran los compromisos actuales, el calentamiento global se dirige a un preocupante aumento de entre 2,3 ºC y 2,5 ºC, unas cifras muy alejadas del límite de 1,5 ºC del Acuerdo de París, por lo que ven como paso clave "acabar con el uso de los combustibles fósiles".
Desde el colectivo ecologista también han hecho llegar sus principales demandas de cara a esta COP30, solicitando especialmente "un plan de respuesta global para abordar la brecha de ambición que separa lo que los gobiernos están haciendo respecto a lo que deberían hacer para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC".