Kiev

Un nuevo ataque masivo de Rusia con misiles y drones sacudió Kiev, dejando al menos 12 heridos y causando destrozos en varios distritos. La Administración Militar local advirtió sobre posibles nuevas oleadas de ataques, mientras Ucrania sigue demandando una tregua que Rusia ha rechazado.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó este lunes por la noche a Varsovia después de un viaje en tren de más de ocho horas desde Kiev hasta la ciudad fronteriza de Przemyśl y de un vuelo en el Air Force One hasta la capital polaca.

Al menos tres personas han fallecido en los ataques rusos con drones suicidas este lunes en el centro de la capital ucraniana y otras tres han resultado heridas, informó la Presidencia ucraniana.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, propuso hoy a los líderes del G7 el envío de una misión de observadores internacionales a la frontera entre Ucrania y Bielorrusia.

El riesgo de que Kiev sea ocupada por las tropas rusas ha disminuido después de que Moscú reubicara al grueso de sus soldados que estaban cerca de la capital ucraniana en áreas del norte, en dirección a Bielorrusia, dijo este lunes el Pentágono.

Kiev, la capital de Ucrania, se vio sacudida por una serie de potentes explosiones en horas de la madrugada de hoy, según informaron los medios locales.

El ataque ruso contra Ucrania ha entrado ya en su segundo día, con incursiones desde todos los flancos e incluso explosiones en Kiev, atribuidas desde el Ministerio del Interior a las baterías antiaéreas, y la movilización general decretada por el presidente del país, Volodomir Zelenski.

El Gobierno de Ucrania ha confirmado que las tropas rusas han tomado el control de la central nuclear de Chernóbil, y han atacado el aeropuerto de Gostomel, situado a 25 km del centro de su capital, Kiev.

Las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk, que declararon la movilización general por aumento de las tensiones, acusan a los militares ucranianos de utilizar armamento prohibido y disparar contra núcleos de población.

Asombro es lo que sintieron dos funcionarios actuales de la Casa Blanca, Alexander Vindman y Jennifer Williams, al conocer la "impropia" e "inusual" demanda a Ucrania del presidente estadounidense, Donald Trump, que ha desencadenado una investigación de juicio político contra él.

Durante la clausura de su Comité Ejecutivo, si dio a conocer que la final de la Liga de Campeones de 2018 tendrá lugar en Kiev, capital de Ucrania, zona que vive un conflicto en el este de su territorio.