Nueva York, EFE.- La apretada y en ocasiones agresiva-
carrera que los dos candidatos han mantenido durante los últimos meses por el
asiento en el Congreso federal se dirimirá en una votación que se espera
tremendamente igualada.
Los electores
del norte de Manhattan y partes de El Bronx deben elegir entre la experiencia
de Rangel, de 84 años y con 43 años en el Congreso, y el aire fresco que ofrece
Espaillat, de 59 y que busca por segunda vez dar el salto a Washington.
Hace dos años,
el político de origen dominicano se quedó a unos mil votos de desbancar al
"León de Harlem", cuya imagen se ha visto debilitada en los últimos
tiempos por varios escándalos fiscales y éticos.
Sin embargo,
Rangel sigue contando con el favor de muchos votantes y de varias figuras
demócratas, como el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, y el
expresidente Bill Clinton.
La última
encuesta, elaborada la pasada semana por la cadena NY1 y el Siena College, daba
al congresista 13 puntos de ventaja sobre el senador estatal.
Espaillat, por
su parte, cuenta con el respaldo de, entre otros, la presidenta del Concejo de
Nueva York, Melissa Mark-Viverito; el fiscal de cuentas, Scott Stringer; y el
presidente de El Bronx, Rubén Díaz.
También se ha
ganado el apoyo de dos medios muy influyentes, el prestigioso The New York
Times y El Diario/La Prensa, el único periódico en español de la ciudad,
mientras que Rangel recibió este fin de semana un espaldarazo por parte del
tabloide Daily News,
Al margen de la
carrera se han mantenido dos figuras que podrían haber supuesto un apoyo clave
para los candidatos, especialmente para Rangel, con quien ambos han tenido una
estrecha relación: el alcalde Bill de Blasio y el presidente Barack Obama.
La batalla por
el distrito congresional 13, feroz desde el inicio, no ha dejado de endurecerse
en las últimas semanas, con acalorados debates y acusaciones mutuas.
Especialmente, a
raíz de que Rangel acusase a Espaillat de basar su candidatura únicamente en su
origen dominicano, lo que provocó una fuerte reacción de la comunidad latina.
El voto hispano
está considerado como una de las claves en los comicios en este distrito,
tradicionalmente un bastión afroamericano, y que tras la remodelación que
sufrió hace tres años para englobar partes de El Bronx, es de clara mayoría
latina.
Espaillat,
además, ha centrado buena parte de su campaña en la defensa de la reforma
migratoria, que sería una de sus grandes prioridades en caso de resultar
elegido.
El político
dominicano se ha mostrado muy crítico por la inacción de Obama en este ámbito y
en los debates frente a Rangel se ha presentado repetidamente como alguien
capaz de lograr avances y de presionar para que el presidente firme la orden
ejecutiva que pare las deportaciones de miles de indocumentados.
La otra gran
baza utilizada por Espaillat ha sido la del cambio, frente a la continuidad que
representa Rangel, a quien la campaña del senador estatal ha acusado de aliarse
con los inversores de Wall Street en lugar de con los residentes del distrito.
El veterano
congresista, mientras tanto, trata de hacer valer su experiencia y su carisma
para lograr una nueva reelección, presentándose como el más capacitado para dar
batalla a fuerzas conservadores como el Tea Party.
Los dos
candidatos recorrieron el distrito de arriba a abajo este fin de semana para
tratar de recabar votos de última hora y apuran hoy las últimas horas de
campaña.
Espaillat llamó
a la Junta Reguladora de Alquileres (RGB por sus siglas en inglés) a que
apruebe en su votación de esta noche la congelación de los alquileres, cuya
subida ha causado el desplazamiento de las minorías en muchos vecindarios.
"La
vivienda económica está desapareciendo rápidamente cada año en los vecindarios
del Alto Manhattan y El Bronx. Los inquilinos merecen una congelación del
alquiler para protegerlos de estos costos crecientes", dijo el senador
estatal.
Además, la
familia de Espaillat ha aprovechado para pedir apoyo al candidato con un vídeo
de su madre y un emotivo mensaje a cargo de sus hijos.