Los cambios sociales y restricciones impuestas en todo el mundo para frenar la expansión del coronavirus han pasado factura a nuestra salud mental; según un estudio científico internacional, en primavera, durante la primera ola de la pandemia, siete de cada diez personas (68,5%) tuvieron síntomas de estrés postraumático, uno de cada cuatro de depresión (25%) y una quinta parte sufrió ansiedad (19,5%).