Uno de los grandes estadio de la poesía dominicana es, sin duda, “La metamorfosis de Makandal” de Manuel Rueda. Admito que fui a Bellas Artes a ver la adaptación que hicieron de este texto literario, con ciertas aprehensiones y algo de miedo. Me asusté, porque en adaptaciones de grandes textos existe la posibilidad de llegar a la traición.