Nicaragua cerró este viernes una atípica campaña electoral, castrada por el arresto de siete posibles candidatos presidenciales de la oposición, con llamados a votar, por un lado, y a no salir a las calles y quedarse en casa, por otro, con la ausencia de observadores de la OEA y de la Unión Europea (UE), y la prohibición de ingresar a misiones periodísticas al país.