Empatía

Es un hecho innegable que estamos cambiando. Ocurre con todo lo que vive. Sin embargo, resulta sabio y hasta muy oportuno preguntarse: ¿estamos cambiando para mejor o para peor?

La empatía conecta corazones, reduce el estrés, mejora relaciones, aumenta la autoestima y fomenta la compasión. Es esencial para el bienestar emocional y nos permite vivir de manera más plena y satisfactoria. Cultivarla es fundamental para nuestra salud mental.

Cuando caminamos de manera responsable por la vida, logramos observar nuestra evolución. Pero, sobre todo, buscamos en nuestro entorno aquellos referentes de vida que nos han enseñado cómo enfrentar el presente y el futuro, sin dejar de lado nuestro pasado, que nos puede mantener prisioneros o impulsarnos a ser mejores personas.

La empatía es esencial en un mundo acelerado y digital, donde las conexiones humanas auténticas a menudo se pierden. Esta habilidad nos permite entender y valorar las experiencias de los demás, mejorando nuestras relaciones personales y profesionales. Practicar la empatía puede transformar nuestra sociedad hacia un entorno más compasivo e inclusivo.

El detonante fue la mala experiencia de haber visitado un negocio al que no pienso volver.

Hace poco visité un negocio al que no pienso volver. Es posible que su dueño haya tenido muy buenas intenciones y hasta puede ser buena persona, pero quien me “atendió” parece que se ha especializado en espantar a los clientes.

“Aquellas personas que nos quieren hacen que nazcan alas y nos invitan a volar”

Mucho se ha explicado la diferencia entre oír y escuchar. Ya se ha dicho que tenemos dos orejas y una sola boca, lo cual debe ser indicativo de la pertinencia de hablar la mitad de lo que se escucha.

El acoso escolar es una forma característica y extrema de ;violencia escolar.