Los presidentes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de Brasil firmaron un pacto por la transformación ecológica, en el que se comprometieron a impulsar conjuntamente un nuevo modelo de desarrollo sustentable en el país y combatir los cambios climáticos.
Brasilia.- El pacto fue negociado en los últimos meses por representantes de los tres poderes y suscrito hoy en un acto en el Palacio de Planalto por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y por los presidentes del Senado, Rodrigo Pacheco; la Cámara de Diputados, Arthur Lira; y el Supremo Tribunal Federal, Luis Roberto Barroso.
Lula destacó que se trata de la primera vez que los tres poderes se unen en torno a una agenda ambiental y climática para definir un nuevo rumbo para el desarrollo del país.
“Pero no se trata de una agenda ambiental para sectores específicos sino de una propuesta de reformulación de nuestro modelo de desarrollo económico, para que tenga en cuenta todas las relaciones entre sociedad y medio ambiente”, dijo Lula.
Los suscriptores del pacto afirmaron que la transformación con la que se comprometieron exige un cambio en los paradigmas económicos, tecnológicos y culturales, para impulsar un desarrollo que sea sustentable con la naturaleza y justo con toda la población.
El poder Ejecutivo se comprometió a ampliar la financiación para sectores, proyectos y prácticas sustentables, así como a reducir el costo de los respectivos créditos.
El poder Legislativo, a darle prioridad en sus votaciones a proyectos de ley de asuntos vinculados al pacto, como la aprobación del marco legal del mercado de carbono y del marco legal para la producción de energía eólica en alto mar.
Y el poder Judicial a adoptar medidas para agilizar las demandas judiciales que envuelvan la temática ambiental, climática y de uso de la tierra.
El pacto cuenta con 26 medidas específicas y prevé la creación de un comité gestor conjunto que garantice el cumplimiento de las metas en torno al ordenamiento territorial y del uso de las tierras; la transición energética; y el desarrollo sustentable con justicia social, ambiental y climática.
Lula afirmó que el pacto es un compromiso con la preservación de la naturaleza y con el combate a los cambios climáticos.
“Este pacto muestra que el desarrollo que buscamos no es una política de un poder o de un gobierno sino una política de Estado, perenne e incluyente”, afirmó.
El mandatario agregó que, al unir fuerzas en torno a esos objetivos, Brasil le envía un mensaje al resto del mundo de que pretende asumir un protagonismo en el combate a la crisis climática y de que está comprometido con la preservación de la mayor selva tropical del planeta y con seguir ampliando una de las matrices energéticas más renovables del mundo.
En la misma ceremonia la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, afirmó que los cambios climáticos son el principal síntoma del agotamiento del actual modelo productivo y de la necesidad de transformarlo.
Agregó que los cambios climáticos ya no son un problema para las generaciones futuras sino para las actuales, y dijo que en los últimos años Brasil tuvo “demostraciones inequívocas” de sus graves efectos, entre los que citó la sequía récord en la Amazonía, los históricos incendios en el Pantanal y las graves inundaciones en el sur del país.